Los obispos condenan el «terrorismo de Hamás» y la «masacre desproporcionada e inhumana» del Gobierno de Israel
En una declaración institucional se unen al Papa León XIV y las víctimas de la violencia en un clamor por la paz en todas las regiones en guerra
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Madrid
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Iniciar sesiónLa Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, reunida esta semana en Madrid hizo pública este jueves una declaración institucional sobre la «masacre en Gaza» en la que condena el «empleo de medios perversos», como «el terrorismo de Hamás» o la «respuesta desproporcionada e inhumana, ... a la que el Gobierno de Israel está sometiendo a la población civil de Gaza», tras los «crímenes execrables cometidos el 7 de octubre». En un tono equidistante y equilibrado, los obispos españoles se unen a León XIV para clamar por la «paz en Gaza», así como en otros lugares como «Ucrania, Sudán, Myanmar, región del Sahel, Haití, Nigeria».
El texto, presentado por el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, comienza con una declaración de los obispos de unión al Papa y «a las víctimas de la violencia y a tantos hombres y mujeres de buena voluntad», para pedir por la paz, tanto en Gaza, como en «otros países y zonas del mundo que están en guerra». En esa línea, señalan que «Es urgente, como creyentes seguir orando y, como ciudadanos, mantener un posicionamiento moral y político que se una a la palabra del mismo Dios para gritar: ¡no matarás!».
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Plantean que «ningún fin justifica nunca el empleo de medios perversos como el terrorismo de Hamás o la masacre, respuesta desproporcionada e inhumana, a la que el Gobierno de Israel está sometiendo a la población civil de Gaza por los crímenes execrables cometidos el 7 de octubre». En ese mismo tono equidistante recuerdan que «es imprescindible parar la guerra, liberar a los rehenes, condenar el terrorismo y edificar unas relaciones entre las personas y los pueblos desde el respeto a la dignidad sagrada de la vida humana, la legalidad internacional y la búsqueda del bien común».
«Ante tanto sufrimiento provocado injustamente no podemos permanecer indiferentes», reconocen los obispos que señalan como respuesta que «bienvenidas sean las iniciativas para lograr la paz», sin hacer una referencia explícita al último plan de paz propuesto por Trump y que espera la respuesta de Hamas. El propio García Magán reconocía que durante la deliberación en la Comisión Permanente «no apareció en ningún momento el nombre de Trump». Además, incidió en que tampoco salió la palabra genocidio durante la discusión.
Síndrome post-aborto
Tras la lectura de la declaración, el portavoz de los obispos ha sido preguntado por diversos temas de actualidad como el síndrome postaborto, la indemnización a las víctimas de abusos o el sacerdote toledano detenido por tráfico de 'cocaína rosa'. Sobre el primero, García Magán ha recordado «el aborto es un atentado contra una vida humana que está en el seno materno». Y ha añadido que «en cuanto al síndrome post-aborto, que hay ese debate, le puedo asegurar que todas las iniciativas que hay en ámbito de Iglesia de apoyo a las mujeres que han abortado confirman que, ciertamente, eso existe».
Preguntado por el balance del Plan PRIVA, según los cual, en el primer año de funcionamiento, la Iglesia española ya ha indemnizado a 39 víctimas de abusos sexuales (en casos prescritos o en los que el agresor ha fallecido) con unas cantidades que van desde los 3.000 a los 100.000 euros, García Magán ha asegurado que están «contentos» por cómo «está funcionando» este órgano, que está «dando sus frutos». En todo caso, ha recordado que la comisión encargada de fijar estas indemnizaciones es «independiente» y «no da cuenta ni a la CEE ni a la Conferencia Española de Religiosos de qué casos ha resuelto», sino que lo «comunican directamente» a los obispos o institutos religiosos afectados, para que asuman la reparación.
Por otro lado, sobre el caso del vicario de Toledo que fue detenido la semana pasada en Torremolinos por posesión de drogas y el de otro sacerdote que está siendo juzgado por vender droga en Don Benito, el secretario general de la CEE ha apuntado que «son hechos aislados» pero que les «preocupan mucho a todos». En concreto, sobre el caso que más le afecta –García Magán es obispo auxiliar de Toledo–, ha valorado que «ha sido un hecho muy lamentable que ha afectado a todos» y ha reiterado su «perdón» por «el escándalo».
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