Noche de pánico por un terremoto en Nápoles horas antes de que juegue el Real Madrid

Los Campos Flégreos («ardientes», según la etimología griega) son una vasta caldera volcánica que comprende a varios municipios, situada a 9 kilómetros al noroeste de Nápoles. «He suspendido temporalmente las actividades escolares. Esta mañana hemos realizado nuevos controles en los edificios de la escuela y no debería haber problemas. Entre los ciudadanos sólo hay mucho miedo, mucho miedo, pero no ha habido daños«, ha manifestado Luigi Manzoni, alcalde de Pozzuoli, uno de los municipios afectados por el terremoto, que se percibió también en Nápoles. En el área de Agnano, suburbio de la capital de Campania, hubo desprendimiento de cascotes de un edificio. «No nos dicen la verdad«, dijo una mujer, presa del pánico, sin creer en la magnitud del seísmo anotada por el Ingv. «No ceder ante el miedo» es el llamamiento del alcalde de Bacoli, Josi Gerardo Della Ragione.

Entre los habitantes de la zona crece la preocupación por el riesgo de una erupción en esta zona volcánica, desde que el pasado miércoles se registró un terremoto de magnitud 4.2, «el mayor de los últimos 40 años«, según explicó Mauro Antonio Di Vito, director del Observatorio Vesubiano del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología. «El terremoto -añadió- forma parte de la dinámica sísmica, que ha experimentado una ligera aceleración en los últimos días».

Cierto hedor a azufre en algunas zonas junto al temblor de la tierra en plena noche fueron percibidos como una amenaza por los habitantes de esta zona, con antiguos cráteres volcánicos, en la que hubo 1.120 sacudidas sísmicas en el mes pasado. «Teniendo en cuenta que la actividad sísmica ha aumentado en los últimos meses, por el momento no vemos un final«, dijo Carlo Doglioni, presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).

Según Doglioni, el mejor de los casos sería que la actividad terminara, como sucedió después de un largo período de actividad sísmica a principios de la década de 1980; lo peor sería una erupción similar a la última, en 1538, que creó una serie de pequeñas colinas. y cráteres. «Estamos monitoreando la situación pero no sabemos cómo evolucionará- añadió Doglioni-. En caso de una erupción, no sabemos cuándo ni dónde podría ocurrir. Por pequeña que fuera, causaría malestar social».

El actual movimiento sísmico se debe a la subida de gas, explica Francesca Bianco, directora del Departamento de Volcanes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (Ingv): «Durante milenios, la caldera de Campos Flégreos ha sido escenario de una intensa actividad volcánica, que se ha manifestado también por la concentración de gases liberados y el lento ascenso o descenso del suelo, fenómeno acompañado de actividad sísmica». Desde 2005 se ha producido una lenta elevación del terreno.

«En los últimos 18 años -añade Francesca Bianco- ha aumentado unos 113 centímetros, siendo actualmente una media de unos 15 milímetros al mes. Para que sirva de comparación, durante la crisis de 1983-84 el suelo subió 108 centímetros en dos años», explica la investigadora del INGV, que, por el momento descarta la erupción volcánica: »Ningún dato sugiere la presencia de magma cerca de la superficie, que es la condición necesaria para que se produzca una erupción«, explica el investigador del INGV.

«La subida de magma -añade- sería anunciada por anomalías muy evidentes en las mediciones. Perturbaría todos los parámetros registrados con desviaciones bruscas: por ejemplo, cambiarían las temperaturas de las rocas y las fumarolas, la deformación del suelo y habría aceleraciones en gravedad. Por el momento, en cambio, la tendencia muestra un aumento lento y constante debido al fenómeno que se viene produciendo desde 2005.» El INGV ha explicado que no hay ninguna relación entre el terremoto de los Campos Flégreos y el reciente de Marruecos: esta es una caldera que «tiene su propia dinámica interna».

Los Campos Flégreos son una zona volcánica que alberga al menos a 360.000 personas en siete de los centros habitados de mayor riesgo, incluida una parte de Nápoles. A diferencia del cercano Monte Vesubio, de forma cónica, cuya erupción en el año 79 d. C. destruyó las antiguas ciudades romanas de Pompeya y Herculano, los Campos Flégreos forman caldera, con una longitud de 9 kilómetros, que se formó hace 39.000 años, después de que una erupción la vaciara de magma. Se trata de una zona mucho más activa que el Vesubio, aunque miles de pequeños terremotos desde la década de 1950 han debilitado la caldera.

Nello Musumeci, ministro de Protección Civil, ha manifestado que se reunirá con funcionarios locales en Nápoles para pedir «acelerar la elaboración de planes de evacuación en caso de emergencia». «Necesitamos -dijo Musumeci a 'Il Mattino' estar preparados para cualquier eventualidad, pero debemos evitar el alarmismo porque, por el momento, no está justificado».