Más de la mitad de las enfermeras escolares ven casos de autolesión entre sus alumnos

Así lo saca a relucir el estudio 'Diagnóstico de la salud mental en las aulas' realizado por el instituto IOInvestigación y presentado este martes por el sindicato de Enfermería Satse y el sindicato del profesorado Anpe. Para ello, se han realizado encuestas a un total de 6.221 profesores, madres y padres y enfermeras escolares.

Y los resultados muestran la percepción sobre un aumento de trastornos relacionados con la salud mental. Así lo creen el 93,3 por ciento de los profesores. A su vez, el 95,5% consideran necesario que los profesionales sanitarios traten la salud de forma integral -incluida la mental- en los centros escolares, donde cobra un papel especialmente relevante la enfermera escolar. También nueve de cada diez padres tienen esta opinión y aseguran que las necesidades existentes estarían mejor atendidas por una enfermera escolar.

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En mayor proporción, las enfermeras escolares ven casos de TDAH (81%), de ansiedad (66,4%) y de intentos autolíticos y autolesiones. Sobre este último son más de la mitad de las profesionales encuestadas, el 62,7 por ciento, las que refieren haber visto algún caso de intento autolítico entre los alumnos. También destaca la presencia de trastornos del espectro autista (64,7%), de trastornos del comportamiento (56,9%), de la conducta alimentaria (47,4%), de depresión (40,1%), de las conductas destructivas o desafiantes (34,1%), de las adicciones (17,2%) y de la psicosis (6%).

Sin embargo, y pese a la prevalencia, la mayoría de los centros no cuentan con protocolos para actuar ante estos casos. Así lo aseguran el 53,3 por ciento de los docentes encuestados, que dicen que en los documentos de organización y funcionamiento de su centro no se contemplan protocolos de prevención, detección y formación sobre la salud mental del alumnado.

También el 43,8% de las enfermeras dicen que no tienen ningún protocolo con estrategias o herramientas de prevención, detección y derivación de posibles casos de trastorno de salud mental entre los alumnos. Pero la situación va más allá, pues el 68,3% de estas profesionales lamentan que no tienen posibilidades de intervenir con las familias en materia de salud mental.

Tampoco el 56,3 por ciento de las enfermeras escolares tienen posibilidades para intervenir en materia de salud mental con los profesores, cuyos trastornos responden, según refieren en la encuesta, al exceso de burocracia (80,2%), al exceso de alumnado (70,9%), a los problemas de convivencia en las aulas (70,8%) o a la escasez de recursos (61,3%), entre otros.

Los responsables de Anpe y Satse, Francisco Venzalá y Laura Villaseñor, lamentan que la presencia de la enfermera escolar es escasa y desigual y hacen hincapié en la necesidad de que los centros educativos cuenten, al menos, con una enfermera escolar que pueda realizar labores de prevención, detección y seguimiento de los problemas de salud mental en los centros educativos.