El Papa Francisco 'for president'
El tono paternal, afable, del Papa provocó una especie de catarsis en nuestro episcopado
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Francisco recibió el pasado martes a los obispos de la Conferencia Episcopal Española (CEE)
Cualquier libro de historia de la Iglesia en España enseña que la influencia del papado en la Iglesia española disminuyó progresivamente en el siglo XVIII. A partir de las Cortes de Cádiz, los obispos abandonaron el regalismo y entraron en una profunda lealtad emocional ... con el Papa contra, incluso, las reformas que, por ejemplo, quiso introducir Espartero, que reducían la vinculación del papa con los obispos a lo puramente ceremonial. De ahí la espontánea reacción del clero frente a los intentos de creación de una Iglesia nacional al grito de «¡Roma es nuestro fin! ¡Roma es nuestra esperanza!». El cardenal Tarancón lo dijo de otra manera y en otro contexto: «Los obispos españoles tienen tortícolis de tanto mirar a Roma».
El pasado martes el Papa se reunió con los obispos españoles que habían sido llamados a Roma. Hecho insólito. Tal y como explicó el cardenal Omella en la rueda de prensa posterior, el Papa habló de los Seminarios, de la formación de los sacerdotes y no de la pederastia, ni de la agitada política nacional, ni de lo que va a pasar el próximo mes de marzo en la Conferencia Episcopal Española. Un motivo aparentemente menor, difícilmente compresible para la opinión publicada, para un acto mayor. El Papa se convirtió, de facto, en presidente de la Conferencia Episcopal Española.
De lo que se trataba, al fin y al cabo, es de que los obispos españoles hicieran un esfuerzo colectivo para expresar su comunión con el Papa. Quizá alguien, en algún momento, le haya hecho pensar al Papa Francisco que los obispos españoles no son suficientemente fieles a las indicaciones que vienen de Roma. Hipótesis indemostrable, por irreal. El tono paternal, afable, del Papa provocó una especie de catarsis en nuestro episcopado. Lo que pasa es que el Papa, de suyo, es Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana por ser obispo de Roma, pero no de la española. No es lo mismo el Papa que un intérprete suyo. Aquí tiene que elegirse a un candidato. A no ser que empecemos esta campaña: Papa Francisco «for president» de la Conferencia Episcopal Española.