El Palmar de Belorado

Lo ocurrido en el Monasterio de las Hermanas Clarisas de Belorado trasciende esta situación desde el momento en que la madre superiora, sor Isabel de la Trinidad, hace pública su voluntad de abandonar la Iglesia Católica y adscribirse a la obediencia de una Pía Unión de San Pablo Apóstol, considerada por el experto Luis Santamaría como una secta, y de su impulsor Pablo de Rojas, un supuesto sedevacantista del que se tienen dudas incluso de lo que le legitima como ministro ordenado. Si no estuviéramos hablando de la vida y de la vocación de 16 monjas, de la historia de una Comunidad de Clarisas que ha sido referencia de florecimiento vocacional, todo lo ocurrido en los últimos días provocaría hilaridad y pena.

He analizado el 'Manifiesto católico' de la superiora y sus declaraciones televisivas. Como dijo hace unos días monseñor Argüello, «se trata de un caso más de atención psicológica, porque no es posible pensar que se haya equivocado el Espíritu desde el Concilio Vaticano II». En un mes las Clarisas del Palmar de Belorado deberán tomar una decisión definitiva. Si piensan que su sobreactuación en los medios facilita la aceptación y la compasión de la audiencia, se equivocan.

Son víctimas de una dinámica perversa de impostura con ribetes de astracanada. Todo demasiado humano. Ojalá vuelvan al abrazo misericordioso de san Francisco y santa Clara.