Un interino de Baleares se apunta a 101 asignaturas para cazar una plaza fija

Baleares ultima el proceso de estabilización de plazas para cumplir con la ley estatal y reducir la temporalidad en el sector público, una medida aprobada por el Gobierno central en diciembre de 2021 a instancias de la Unión Europea. El concurso de méritos permite que un interino de cualquier especialidad se convierta en funcionario de carrera sin examen, simplemente puntuando los años de experiencia laboral, la formación y otros méritos. Sólo se exige una licenciatura o grado, el nivel C de catalán, el máster de Secundaria y el FOLC, que es un curso específico de lengua catalana.

Estas bases demasiado laxas han dado rienda suelta a la picaresca de multitud de candidatos que, calculando las pocas probabilidades que hay en su especialidad, se han presentado a otras materias con menos competencia para asegurarse una plaza fija. Los listados de admitidos contienen numerosos ejemplos de estos interinos intrusos. El caso más llamativo es el de Tomeu, aspirante a profesor casi de cualquier cosa. Se ha apuntado a 101 asignaturas: desde el ruso al flamenco pasando por las matemáticas y la organización de mantenimiento de vehículos.

Cada inscripción cuesta 83 euros pero hay candidatos exentos de pago, lo que se ha aprovechado como «barra libre» para apuntarse de forma indiscriminada, denuncian a ABC docentes funcionarios muy críticos con este proceso. Otros aspirantes están dispuestos a asumir el gasto porque lo ven como una «inversión». También los hay «desesperados» o los que simplemente se han apuntado a muchas especialidades para «evidenciar el sinsentido de este proceso».

En total, unas 6.000 personas se han presentado – la inmensa mayoría de Baleares porque el requisito del catalán ha evitado que concursen docentes de territorios monolingües- y hay 13.000 solicitudes. Aunque la mayoría concurre a dos o tres asignaturas relacionadas, hay un nutrido grupo de candidatos con una media de diez peticiones.

Está Francisca, repescada en la última lista publicada de readmitidos, con 13 especialidades solicitadas: filosofía, castellano, geografía e historia, inglés, lengua catalana, educación física, orientación educativa, asesoría y procesos de imagen personal, formación y orientación laboral, intervención socio comunitaria, procesos comerciales y servicios a la comunidad. O Iván, con 12, que pide plaza en ramas tan diversas como filosofía, latín, música, navegación, saxofón, canto flamenco, cocina o restauración.

Apuntarse a Lengua y Literatura Catalana es otra treta para ampliar probabilidades. Interinos de Inglés, Filología Hispánica, Humanidades o Geografía e Historia han presentado instancias de fijeza tanto en sus propias especialidades como en la de Catalán debido a la falta de docentes de esta asignatura. «Actualmente hay interinos de catalán con poca puntuación e incluso con cero» puntos impartiendo clases. Las listas están vacías», asegura un candidato que ha probado suerte también en esta asignatura.

Los interinos que han optado por esta 'trampa' manifiestan que en sus especialidades será imposible lograr la fijeza sin esos 10 años de experiencia docente. Por eso, y pese a no considerarlo lo adecuado atendiendo a su formación y especialización, lo intentarán. Argumentan que en las oposiciones «siempre ha sido así» e incluso en las interinidades de otras lenguas como el inglés. Es decir, cualquiera podía presentarse a esos procesos selectivos y ocupar esas plazas sin tener la especialización. Sólo se exigía dominar la lengua catalana -acreditando el nivel C1- y los cursos del FOLC, que es un curso específico de catalán.

En las oposiciones ocurría lo mismo pero el examen –para el que hay que estudiar un amplio temario- funciona como un filtro. «El problema ahora es que no hay examen y cientos de interinos se han presentado a especialidades diferentes y alguna les caerá; serán fijos sin tener que demostrar nada ni que nadie le controle porque este proceso también ha eliminado la fase de prácticas», denuncian Funcionarios Docentes de Baleares. La asociación cree que este concurso de méritos creará «consecuencias nefastas» para la calidad del sistema educativo y pide a la Conselleria de Educación de Baleares que tome medidas «inmediatas» para evitar que haya docentes ejerciendo «de lo que sea y sin tener ni idea de la especialidad que tiene que impartir». Acusa a las administraciones educativas y sindicatos de estar «enajenados» y callar, y amenaza con acudir a los tribunales y denunciar al Ejecutivo de Francina Armengol por «mala praxis».

En la misma línea, el sindicato SIAU se queja de que este proceso de consolidación de plazas va a crear situaciones «esperpénticas» y que personas con poca experiencia ganarán una plaza fija mientras otras con mucha experiencia se quedarán sin plaza por estas normas «injustas«.

Asignaturas como matemáticas, informática o instalaciones electrotécnicas se han convertido en un «coladero», al igual que catalán, donde el sindicato cree que se cubrirán con gente sin la correspondiente especialidad. «Mientras que una persona que tenga mucha experiencia en música de secundaria podría quedarse sin plaza», advierte. El sindicato lamenta que el gobierno autonómico de la socialista Armengol no se haya quejado al Gobierno de Pedro Sánchez.

La Conselleria de Educación ha revisado cada solicitud y la ha baremado teniendo en cuenta la experiencia laboral -con un máximo de 7 puntos, lo que equivale a 10 años de experiencia en la misma especialidad-, el expediente académico, y otros méritos, como haber aprobado alguna oposición pero haberse quedado sin plaza. Una vez cerradas las listas definitivas de admitidos, se enviarán al Ministerio, quien adjudicará definitivamente estas 2.583 plazas ofertadas.

«Ahora ha salido la puntuación provisional del concurso de méritos de los aspirantes que han puesto en primera posición Baleares, una vez subsanada, la lista será definitiva pero queda pendiente de las solicitudes que se hagan de otras comunidades por segundas y terceras opciones», responde la Conselleria de Educación del socialista Martí March.

No cifra el número pero asegura que «hay muy pocas personas que han optado a plazas que no son de su especialidad» y que, en general, los docentes han sido «coherentes» con las solicitudes. Aun así, «si después de finalizar todo el proceso se dan casos de personas que acceden a una plaza que se demuestra que no están capacitadas para impartir, se abrirá un expediente y se tomarán las medidas adecuadas que pueden llegar a la pérdida de la plaza», amenaza. Los docentes se ríen: «¿Cómo van a expedientar a alguien por cumplir las bases que ellos han hecho?».