El independentismo balear apela a la «dignidad» del profesor para boicotear el plan del castellano del PP
La marea verde se rearma contra la «agresión» del Gobierno de Prohens por su propuesta voluntaria de libre elección de lengua el próximo curso y llama a la movilización en los colegios: «La lengua no se toca»
Colegios de Baleares imponen el catalán hasta en la pizarra del bar
Corresponsal en Baleares
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Iniciar sesión«¿No han movido un dedo en ocho años con el gobierno de Francina Armengol y ahora desempolvan la camiseta verde por el catalán? Que no cuenten conmigo». Profesores de Baleares reciben con escepticismo la llamada a la lucha del sector docente catalanista, que ... empieza a presionar en las escuelas para convertir los centros en campos de batalla e impedir que las familias puedan elegir el castellano como lengua vehicular en la educación, un derecho reconocido en la Ley de Normalización Lingüística de Baleares que nunca se ha aplicado.
El colectivo, movilizado por el independentismo, está convocando a los profesores a las puertas de los centros escolares para hacerse una foto «de familia» en contra de la libre elección de lengua que quiere implantar el Gobierno del PP de forma voluntaria a partir del próximo curso. Se han adherido 500 docentes rebeldes –de un total de unos 17.000– en dos días pero necesitan más. Por eso, las primeras presiones se producen a través de correos electrónicos pidiendo abiertamente sumarse a la causa del catalán bajo el reclamo de que «la lengua no se toca». «Que cada uno lleve una camiseta verde o negra», indica la comisión lingüística de un instituto de Palma donde trabaja un profesor a favor de la elección de lengua, que pide a ABC guardar el anonimato para evitar represalias. Teme que la presión vaya a mayores y se hagan listas negras de los 'disidentes': «No es fácil ir a la contra. O estás con ellos o contra ellos», sostiene con conocimiento de causa porque ya sufrió presiones hace una década cuando se mostró en contra de la huelga contra el trilingüismo del PP.
El correo electrónico enviado el pasado jueves por la comisión lingüística de su instituto llama a los docentes a adherirse «al rechazo ante las agresiones del Gobierno balear a la lengua catalana y al intento de implantar un plan piloto de segregación lingüística», que es voluntario para los centros y que se haría desdoblando grupos de alumnos.
En el mensaje, al que ha tenido acceso este diario, la comisión lingüística, que es un órgano escolar encargado de la «dinamización» del catalán, cita a los docentes a la hora del patio en la puerta principal del instituto para boicotear la libre elección de lengua. «Nos veríamos para hacernos una foto de grupo con el lema 'La lengua no se toca'», propone. Los primeros equipos directivos ya se han vestido de luto –o han rescatado la antigua camiseta verde– y han agitado la 'senyera' para boicotear la libre elección de lengua y mantener una escuela 100% en catalán.
Son el IES Can Peu Blanc de Sa Pobla, el IES Santa Margalida y el Clara Hammerl de Pollença. Y también el IES Calvià, una adhesión significativa, ya que en este centro se han registrado las tres primeras demandas que exigen un 50% de enseñanza en español, tal y como ha informado ABC, aunque, de momento, no han obtenido respuesta. El llamamiento a los claustros prendió hace dos semanas de la mano del Movimiento por la Escuela en Catalán, una plataforma formada por entidades catalanistas afines y subvencionadas por el anterior gobierno de Francina Armengol, entre las que destacan el sindicato independentista STEI; la Obra Cultural Balear (OCB), entidad que apoyó el referéndum ilegal en Cataluña en 2017, o la Plataforma per la Llengua, conocida por vigilar a los niños en el patio.
«Coacción» a los profesores
El Movimiento por la Escuela en Catalán, constituido en 2020 para pedir que los alumnos hablen en catalán «siempre y en todo momento», está «preocupado» porque hay padres que están pidiendo información a los centros educativos sobre la libre elección de lengua, sobre todo en zonas turísticas de Mallorca como Calvià. Un hecho que interpretan como una «coacción a los docentes para obligarles a hacer las clases en castellano».
Desde hace unos días, circula un manifiesto titulado «Es hora de reorganizarse en los centros», que promueve la creación de asambleas en todos los colegios e institutos de las Islas para «podernos encontrar en estos espacios de diálogo, de apoyo mutuo y de acción», explican en el escrito, aunque no todavía sin líderes ni portavoces. Argumenta que el «último episodio» que ha acabado de «remover las aguas, ya turbias» ha sido el «anuncio irresponsable de la libre elección de lengua en la enseñanza, acompañado de mentiras que han sido amplificadas». El manifiesto omite que es una medida voluntaria para los centros.
La marea verde quiere involucrar a los directivos para que no ofrezcan a los padres la posibilidad de escoger el castellano como lengua de enseñanza (hasta 2º de Primaria), y evitar que se implanten planes piloto, –también voluntarios– que permitirían a los alumnos estudiar dos materias troncales en castellano o catalán –a elección de las familias– en el resto de Primaria y ESO. La presidenta Marga Prohens promete que la libre elección de lengua se hará «con calma, de forma progresiva y con la implicación de la comunidad educativa». Pero la mayoría de las asociaciones educativas, afines a la izquierda, ya le han dado la espalda y no han querido sentarse con la presidenta popular, que priorizó el encuentro en su agenda para dialogar con ellas. La escuelas concertadas, en general, ven con buenos el plan lingüístico del Gobierno regional, y reconocen desde algunos centros que hay demanda por parte de los padres.
Pero la nueva marea verde se niega a reconocer el derecho de los padres a elegir la lengua de enseñanza. En el citado manifiesto, llama a la lucha basándose en supuestas «acusaciones, difamaciones y ataques que vendrán» y en «grupos y personas con valores clasistas, machistas o racistas que nos acusarán de adoctrinamiento por obligarnos a tratar o no tratar determinados temas y así construir la escuela de sus caprichos». «Está en nuestras manos mostrar la falsedad y la hipocresía de su discurso [de la extrema derecha]», concluye el manifiesto, animando a convocar asambleas docentes «en cada escuela e instituto» para «reorganizarse» y «dejar claro que la dignidad de los docentes es un puntal de la dignidad de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad».
Menos poder de convocatoria
Tras dos legislaturas hibernando, el sector docente catalanista vuelve así a la carga contra el ejecutivo del PP aunque es consciente de que ha perdido poder de convocatoria. Por eso, busca rearmarse imitando la estrategia de la extinta Asamblea de Docentes, que tomó el control de las escuelas entre 2013 y 2015, eclipsando a los sindicatos docentes y convirtiendo los centros educativos en el epicentro del conflicto y de su «lucha» por la lengua catalana.
El movimiento, liderado en su día por esta plataforma asamblearia, fue muy beligerante contra la implantación del trilingüismo del Gobierno popular de José Ramón Bauzá en 2013 y movilizó a 80.000 manifestantes en Palma, que vestidos con las camisetas verdes reclamaban una escuela «pública, de calidad y en catalán». Durante la convulsa etapa del trilingüismo (conocido como TIL), la marea verde colgó lazos con la 'senyera' en los centros y exhibió carteles con mensajes políticos. Se promovió una huelga indefinida docente que duró tres semanas, y que posteriormente se activaba y se desactivaba a merced de los líderes de la marea. Se persiguió a los directores que no secundaban la protesta y se usaron los consejos escolares para torpedear la política lingüística del PP. Hasta la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) se puso del lado de los profesores catalanistas y promovió el absentismo de los alumnos.
Se montó una caja de resistencia para compensar a los docentes por el dinero descontado de la nómina por los días de huelga y se promovió el boicot a los comercios que no colaboraban. Con todo, consiguieron recaudar 700.000 euros. También hubo una huelga de hambre por el catalán. En 2017, la Asamblea de Docentes abandonó su lucha con la llegada del pacto de izquierdas liderado por la socialista Armengol, quien fichó a varios líderes de la marea verde para gestionar la Consejería de Educación. Pese a quedar muchas reivindicaciones pendientes, el movimiento ha hibernado desde entonces.
«Como profesor sólo espero que no se utilicen los claustros para que nos aleccionen; espero que las directivas estén a la altura», apunta otra profesora consultada por ABC sobre las primeras presiones, ya que «las tensiones vienen cuando los equipos directivos permiten que los centros sean utilizados a modo de chiringuito por un grupo de profesores». Esta docente no entiende «tanto ahínco» en movilizarse «para evitar que los alumnos que quieran puedan elegir estudiar dos asignaturas en castellano». Pide que «si hay centros que creen que es bueno para un alumno elegir el idioma en dos asignaturas, lo respeten».
El próximo jueves hay una reunión convocada por la Obra Cultural Balear para caldear el ambiente bajo el título «Mallorca dice sí a la lengua». La entidad, que concedió en 2017 un premio a los 'Jordis' (Cuixart y Sánchez) por «por abrir el catalanismo a todas las luchas sociales, hace una llamada al sector catalanista docente el próximo jueves en el Teatro Sa Societat de Calvià para movilizarse por el catalán y expresar su «compromiso con la lengua».
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