Del incendio de Alcalá 20 al Madrid Arena: las tragedias que sacudieron las fiestas de España

Desafortunadamente, esta no es la primera vez que se produce un siniestro de este tipo en una discoteca o local de ocio en nuestro país.

Echando la vista atrás a raíz de la desgracia en Murcia, el fuego y el humo han provocado más de una centena de muertes en las últimas décadas, estos han sido algunos de los lugares y los años en los que ocurrieron los incendios.

Antes de las cinco de la mañana del 17 de diciembre de 1983 en los sótanos del Teatro Alcázar de Madrid, casi 200 personas se encontraban dentro de un recinto y tuvieron que ser evacuadas de emergencia. Apenas unos segundos después, la discoteca en la que habían pasado parte de la noche ardía intensamente.

La causa del fuego vino de una chispa por un cortocircuito, que prendió unas cortinas haciendo que las llamas se extendieran con rapidez, en un escenario en el que los componentes eran altamente inflamables. 81 personas cabaraon falleciendo: 36 por asfixia o aplastamiento, 32 carbonizadas y 13 intoxicadas.

Los cuatro propietarios de Alcalá 20 fueron condenados a dos años de cárcel por inaugurdar la más elemental diligencia, junto con el electricista de la deficiente instalación y el inspector del Ministerio del Interior que no indicó las irregularidades de la discoteca.

Ocurrió en Zaragoza, esta vez en la madrugada del 14 de enero de 1990. Dentro del local, con dos plantas y un sótano, había más de 70 personas para ver a la Orquesta 'Imágenes'. Según informaciones de los bomberos, el incendio se produjo también por un fallo eléctrico, aunque a día de hoy se desconocen las causas exactas.

Las llamas comenzaron a extenderse de inmediato y, aunque muchas personas pudieron escapar, 43 de ellas murieron, siendo las más afectadas las que se encontraban en el sótano de la discoteca, que se convirtió en una trampa mortal.

Respecto a los responsables, el encargado de la discoteca fue procesado junto al propietario por un homicidio imprudente, pero ninguno de los dos se hizo cargo de las indemnizaciones, uno de ellos porque falleció y, el segundo, se declaró insolvente. Tiempo después se descubrió que la insolvencia fue fraudulenta, pues el propietario había ocultado su patriminio.

Aunque en este caso no se trata de un incendio, esta fue una de las mayores tragedias de los últimos años producidas en una discoteca o recinto festivo. En este caso, el pabellón Madrid Arena ofecía una macrofiesta de Halloween protagonizada por el DJ Steve Aoki. El exceso de aforo y la mala gestión del espacio hiceron que se produjera una avalancha humana masiva entre los asistentes, la cual causó la muerte de cinco personas, una de ellas menor.

Los hechos se produjeron el 1 de noviembre de 2012, cerca de las 4 de la mañana, en Madrid. Seis años después, el Tribunal Supremo condenó a cuatro años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a Miguel Ángel Flores, presidente y administrador de la empresa Diviertt y promotor de la fiesta, como autor responsable de cinco delitos de homicidio y catorce de lesiones por imprudencia grave, tal como informa Diario Sur.

También se condenó a tres años de cárcel a Francisco del Amo, responsable de Madrid Espacios y Congresos S.A. (Madridec) Santiago Rojo, director general de Diviertt; a dos años y seis meses a Miguel Ángel Morcillo, jefe de personal de Diviertt, y a Carlos Manzanares, socio de Kontrol 34. nombre de la empresa encargada de controlar el acceso al recinto.

No se trataba de una discoteca, si no de un restaurante italiano en el que ofrecían platos servidos con cierta 'performance', en la que el fuego era el protagonista. Este detalle, entre otros, tan de moda a día de hoy, fue el causante de un gran incendio que se cobró la vida de tres personas y doce heridos, algunos de ellos graves.

La fecha del siniestro fue el 21 de abril, un viernes a la hora de cenar, cuando el restaurante Burro Canaglia Bar&Resto, en Manuel Becerra, Madrid, se convertía en un auténtico infierno. Según las últimas informaciones, el fuego se ocasionó cuando un camarero iba a servir una pizza la cual se flambeaba con un soplete delante de los comensales.

Al momento deservir este plato, llamado 'Pizza Inferno', todo eran llamas, pues el restaurante contaba con una decoración 'selvática' con plantas de plástico que recorrían todo el techo del local, descolgándose algunas de ellas a modo de estalactitas. El material altamente inflamable de este decorado, hizo que las llamas se esparcieran casi de inmediato por todo establecimiento, que también contaba con un sótano.

Gran parte de los casi 50 comensales que se encontraban en el restaurante pudieron salvarse saliendo rápidamente a la calle, aunque, como adelantamos muchos de ellos fueron rescatados al quedar atrapados por las llamas y el humo. Así, hubo doce heridos, ocho de ellos graves, que fueron atendidos por el Samur-Protección Civil y otros trasladados a diferentes hospitales. FInalmente, murieron tres personas, dos comensales y un trabajador del restaurante, produciéndose la muerte de una de las clientas un mes después de estar en el hospital.