El grito desesperado de la Iglesia ucraniana: «Si dejáis de hablar de nosotros, dejaremos de existir»
Ayuda a la Iglesia Necesitada lanza una campaña para socorrer a una comunidad «superada por las heridas psicológicas de la guerra»
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Una religiosa entre los restos de una iglesia ucraniana destruida durante la guerra
Los dos años de guerra tras la invasión rusa en Ucrania han dejado un 80% de la población «herida física o psicológicamente». Al alto número de muertos, se suma el de las personas mutiladas y traumatizadas lo que está generando que los «efectos a ... largo plazo para la sociedad sean cada vez más graves», según ha explicado este martes en Madrid la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España). Una situación que ha llevado a que «la atención al trauma de la población» se haya convertido en estos momentos en la principal prioridad para la Iglesia católica ucraniana, un proyecto que ACN España está apoyando desde el inicio del conflicto.
«Si dejáis de hablar de nosotros, dejaremos de existir», ha sido el grito desesperado del arzobispo mayor de la Iglesia greco católica ucraniana monseñor Sviatoslav Schevchuk, que se ha hecho presente a través de un mensaje de vídeo. «Podemos testificar que lo que está sucediendo ahora en Ucrania es un genocidio. El poder del estado ha decidido eliminar la existencia de toda la nación. Las personas están siendo asesinadas en Ucrania por ser ucranianos», ha afirmado con rotundidad al explicar la situación que ahora vive el país.
Además ha insistido en la importancia de «condenar estos crímenes de guerra porque si no lo hacemos este tipo de trato, de comportamiento, va a seguir continuando». Y ha alertado de que, de otro modo, «se va a replicar, va a invitar a invadir a otras naciones en otras partes del mundo, así que llamar a esto genocidio significa que hay que parar, decir que ¡ya basta!».
Monseñor Shevchuk también ha explicado de que aunque el conflicto esté focalizado en el este de Ucrania, todo el país está afectado por una «guerra invisible» que supone, para las familias ucranianas, «una tortura constante». Ante el trauma generado, tanto la Iglesia greco católica como la del rito latino están impulsando un gran programa integral en todas las diócesis del país «para la sanación y poder sacar así adelante a viudas, madres, huérfanos, mujeres cuyos maridos están en el frente y militares traumatizados por la violencia», han explicado desde ACN España, que han lanzado la campaña «Ucrania, no quiero olvidarte» para «socorrer a una Iglesia desbordada por los traumas y las heridas del conflicto».
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Este plan integral está apoyado por ACN y tiene previsto formar en la atención psico-espiritual con la organización de cursos para sacerdotes, religiosos y laicos. Hasta la fecha, 1.021 personas han sido atendidas en 11 centros del país y la demanda está en constante aumento. «El futuro de Ucrania y de la Iglesia depende de cómo seamos capaces de responder a esta necesidad de superar el trauma de la guerra que ya ha afectado al corazón de la sociedad ucraniana: la familia», ha aseverado el arzobispo Shevchuk.
En ese sentido, según los datos aportados por ACN, los sacerdotes, religiosos y religiosas, «están desbordados en la atención a los más necesitados y cada vez más empobrecidos». de ahí, que el apoyo para la subsistencia de las congregaciones religiosas en el país «es vital para continuar con un trabajo que no tiene fin».
Así, Ayuda a la Iglesia Necesitada también quiere desarrollar un proyecto en la región de Volyn para acondicionar un gran espacio dedicado a la rehabilitación espiritual y psicológica de jóvenes y niños afectados por la guerra. Otro de los pilares de la campaña presentada este martes es la labor con los seminaristas. La guerra no ha frenado las vocaciones y todos los seminaristas del país reciben ayuda para su formación o sostenimiento desde que comenzó la invasión. «Muchos de estos jóvenes son ahora huérfanos y no tienen medios para continuar con su formación», han explicado desde ACN.
Por su parte, el sacerdote Mateusz Adamski, que también ha participado en la presentación conectado desde Kiev, ha asegurado que »la Iglesia sigue con su misión de llevar la esperanza y el anuncio de Jesús, a pesar de los misiles y los drones». Además, ha especificado que también trabajan por el perdón y la reconciliación: «rezamos por todos los que nos persiguen y nos agraden. Como dice el Evangelio, tenemos que amar al enemigo».
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El director de ACN España, José María Gallardo, ha insistido en la necesidad de que los medios de comunicación sigan informando sobre esta guerra porque «con tantos conflictos abiertos en todo el mundo en la actualidad, corremos el peligro real de que Ucrania sea olvidada y estamos decididos a que esto no suceda». Desde febrero de 2022, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado a la Iglesia en Ucrania con más de 600 proyectos y más de 15 millones de euros. Este país ha sido el más sostenido en 2022 y en 2023 por esta institución.
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