Grecia declara el estado de emergencia en algunas regiones del norte tras encontrar uranio en el suministro de agua potable

Un control rutinario realizado la pasada semana en el suministro municipal de Serres detectó elevados niveles de uranio en manantiales, pozos, tanques y numerosos puntos de la red de distribución de agua.

Ante el riesgo para la salud humana, Protección Civil ha decretado el estado de emergencia en varios de los municipios y pueblos de Serres, mientras las autoridades helenas adoptan medidas de emergencia y económicas para garantizar la seguridad de la población.

Aunque la red de distribución de agua sigue operando con normalidad, en las zonas afectadas se ha prohibido el consumo de agua del grifo y su uso para para cocinar. Para garantizar el abastecimiento de la población, las autoridades han comenzado a distribuir agua embotellada a la población. Además, camiones cisterna están suministrando agua a centros escolares. También se ha activado un programa de atención domiciliaria para las personas vulnerables, en colaboración con los servicios de salud.

Según datos oficiales, aproximadamente dos mil puntos de la red estarían contaminados. A pesar de las falsas noticias difundidas en los primeros días, las autoridades han aclarado que el uranio detectado no es radioactivo, sino que proviene de fuentes naturales asociadas a la composición geológica del terreno.

La alcaldesa de Serres, Varvara Mitliaga, en declaraciones aseguró que «la seguridad y la salud de nuestros ciudadanos son la máxima prioridad». Por su parte, la vicepresidenta de la empresa municipal de agua potable y alcantarillado de Serres, Despina Hatzigavriel, ha recalcado que menos del 5 por ciento de la población del municipio está directamente afectada por la contaminación y pidió mantener la calma, insistiendo en que «no hay motivo de pánico generalizado».

Dado que el uranio es un elemento natural presente en las rocas del subsuelo, las autoridades subrayan la necesidad de realizar un monitoreo frecuente de las aguas, sobre todo de aquellas destinadas al consumo humano. Entre las soluciones planteadas, se contempla la instalación de filtros específicos en los puntos de la red afectados con el objetivo de reducir la concentración de este elemento. No obstante, según estimaciones del ayuntamiento de la ciudad, este proceso podría demorarse varias semanas. Los expertos advierten que el consumo de uranio por encima de los valores seguros puede provocar daños en el riñón.