El dimitido director de Salud de Armengol firmó su propio traslado y el de su pareja

En septiembre de 2020 autorizó con su firma la resolución definitiva del concurso de traslados voluntarios en la categoría de enfermería donde su esposa, entre otras aspirantes, optaba a un cambio de plaza. Un año antes, en marzo de 2019, rubricó el listado provisional de admitidos y excluidos en el concurso de traslados de médicos de Atención Primaria de Mallorca en el que él mismo participó y que refrendó su 'segundo', Manuel Palomino, quien actualmente ocupa su cargo. Fue ese mismo año, en 2019, cuando Fuster no se abstuvo en el concurso oposición de anestesia y reanimación -que ganó su hija-, y por el que la justicia condenó al Govern balear al entender que debió abstenerse por el conflicto de intereses.

El contundente fallo de la justicia forzó a Fuster a dimitir el pasado verano. La sentencia le reprochó que no se hubiera abstenido «máxime cuando era tan evidente» y consideraba relevante su intervención, ya que «excluyó a un competidor de su hija en el procedimiento selectivo en el que ambos participaban». El fallo obligó al IB-Salut a calificar el examen del médico eliminado de la oposición.

Noticia Relacionada

Un director general de Armengol tiene colocada a toda su familia en Salud

Mayte Amorós

Manuel Palomino, que sustituye al director general cesado por intervenir en las oposiciones que ganó su hija, tiene a su mujer, hija, hijo, nuera, sobrina y la pareja de ésta trabajando en el departamento que dirige

Los servicios jurídicos del Ejecutivo balear siempre han justificado la intervención de Fuster, en contra del Código Ético del gobierno autonómico formado por PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més que obliga a sus políticos a inhibirse cuando confluyen intereses familiares.

En su artículo 36.I dice que «los miembros del Govern y los altos cargos deben inhibirse o abstenerse de participar en la toma de decisiones en las que tengan o puedan tener intereses ellos mismos, sus cónyuges o personas unidas por análoga relación, y cualquier persona con vínculo de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad».

Desde el Servicio balear de Salud sostienen a ABC que la firma de Fuster en el procedimiento del concurso de traslados es válida y considera que no confronta con el código ético porque «el director general no toma parte en ningún tipo de decisión» sino que «se resuelve por funcionarios».

Sostiene que «un concurso de traslados es un trámite administrativo para el cambio de ubicación de plaza, no es un proceso selectivo», utilizando el mismo argumento que la justicia tumbó en el caso del concurso oposición de anestesia en el que participaron dos familiares directos de Fuster.

En el seno del gobierno autonómico, sin embargo, reconocen de forma extraoficial la falta de «estética» en estas firmas y consideran una «metedura de pata» que los servicios jurídicos refrendaran estas actuaciones administrativas, exponiendo a Fuster irremediablemente.

Pese a la dimisión de Fuster, la polémica no cesa en el departamento de Salud y vuelve a planear la sombra del nepotismo con el nuevo director general, Manuel Palomino, quien tiene a toda su familia colocada en el Servicio de Salud. Su mujer, su hijo, su hija, su nuera, su sobrina y la pareja de esta última trabajan en el IB-Salut, donde Palomino es alto cargo desde 2015.