La clausura de los monasterios llega a la Plaza Mayor de Madrid

En estas fechas, belenes y dulces navideños serán las estrellas del mercado, aunque no faltarán otros productos que los religiosos elaboraban para mantenerse, como licores, cosmética natural, ropa de bebé o mantelería bordada a la antigua usanza. El espacio que acogerá la muestra también es único, la Casa de la Panadería, la conocida fachada principal de la Plaza Mayor de Madrid, un emblemático edificio del siglo XVII que habitualmente está cerrado al público.

Así, en la sala de bóvedas, podrán adquirirse polvorones, mazapanes, turrones y hasta 650 tipos de dulces, mientras que en el salón real, en el primer piso, estarán a la venta belenes, figuras navideñas, tallas e iconos, junto a otros productos elaborados por los monjes y monjas, como ropa para el hogar y cosmética natural.

«No se trata sólo de adentrarnos de su mano en el ministerio de la Navidad, sino de recuperar las raíces de nuestra cultura, las piedras vivas, nuestro patrimonio cultural, espiritual y gastronómico», explica Alejandra Salinas, directora de Contemplare.

Para ello, la muestra también servirá como «tiempo de encuentro para escuchar a los protagonistas de esta Feria, los hombres y las mujeres que han entregado su vida a la oración y a la contemplación», añade Salinas. «Viven inmersos en el mundo a través de sus rezos, pero experimentando ya las riquezas del cielo y la vida eterna», añade.

De esta forma, todos los días, a las 17:30, los monjes de la Comunidad del Cordero ofrecerán una explicación del emblemático icono de la Natividad, «escrito» (en la expresión utilizada en la Iglesia ortodoxa) por Andrei Rublev. No será la única oportunidad para compartir con los religiosos, pues también habrá momentos para conciertos de música sacra y para el diálogo personal.

La Fundación Contemplare, organizadora del evento, está formada por laicos que, desde diferentes campos profesionales, «ponen su saber al servicio de la vida monástica, para ayudarles a mantenerse y, sobre todo, para dar a conocer su riqueza. España es el país del mundo con más conventos de vida contemplativa en activo: 726 monasterios que acogen a 8.326 monjas y monjes de clausura según los datos de la Conferencia Episcopal Española.

El 96% de estas comunidades son femeninas y el 4% masculinas. Castilla y León, Andalucía y Castilla- La Mancha son las comunidades con mayor concentración de monasterios. Más del 70 por ciento de los monasterios españoles están considerados bienes de interés cultural y su mantenimiento depende, casi en exclusiva, de la comunidad religiosa que lo habita.

En los últimos años, el descenso de las vocaciones y el envejecimiento de los claustros está poniendo en dificultades la continuidad de algunos de ellos, pues su principal fuente de ingresos, y casi única en algunos casos, es la venta de los productos que elaboran.