China sube la edad de jubilación para paliar la falta de niños

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Jaime Santirso | Corresponsal en Pekín

Las autoridades prohíben la adopción de niños por extranjeros, una práctica muy extendida por la política de hijo único

Las autoridades chinas han anunciado que a partir del 1 de enero la edad de jubilación de los varones pasa de 60 a 63 años. La agencia estatal de noticias, Xinhua, recoge que en el caso de las mujeres que ejercen una actividad física, la edad de jubilación sube de 50 a 55 años.

Según el gobierno, las razones se atribuyen a una mayor expectativa de vida por la mejora de la salud de la población. Pero la medida obedece a una realidad muy distinta: el 'invierno demográfico' se abate sobre China, después de décadas de política comunista de 'hijo único' para controlar la población.

Un estudio de 'The Economist' revela que en 2035 una tercera parte de la población china será mayor de 60 años. En otras palabras, no contribuyente y demandante de pensiones y servicios sanitarios. Los estudios demográficos proyectan para ese año una población de 1.390 millones, es decir, veinte millones menos que en la actualidad, como resultado de la falta de natalidad.

Pekín impuso la política del 'hijo único' en 1982 para reducir su población, con la vista puesta más en el control político de sus ciudadanos que en la dimensión económica de la medida, que pronto demostró ser suicida. En un primer momento fue, además, homicida.

Se calcula que millones de niñas fueron víctimas del aborto -sobre todo en el ámbito rural- para dar la oportunidad a otro embarazo en busca de un hijo. Millones de parejas han matado a sus niñas al nacer, para tener la oportunidad de tener un varón que les sostenga en la vejez. Muchas otras, sobre todo en el ámbito urbano, han recurrido al diagnóstico prenatal para abortar.

En 2015 el régimen comunista permitió tener más de un hijo. Y en 2021 se eliminaron todos los impedimentos y multas, demasiado tarde para evitar lo que se conoce como 'invierno demográfico' en la población.