Uruguay: cómo pasar de ser un ejemplo a rehén del Covid-19 en unos meses
Se habló del milagro del país iberoamericano, y ahora goza del mayor índice de vacunación del Nuevo continente, pero en pocas semanas la tasa de contagios se ha acelerado a gran velocidad
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Iniciar sesión«¿Alguien entiende la vida en sociedad sin libertad responsable? Si fracasa la libertad responsable, fracasa la humanidad». El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, salía hace unos días al paso de las críticas que atribuyen, a la permisividad del Gobierno, la ola de ... contagios del Covid que ha puesto al país al borde del colapso sanitario, después de haber sido un ejemplo para América y el mundo.
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Uruguay es en América el país que tiene el mayor porcentaje de vacunados, por detrás de Chile (33,8 por ciento) y de Estados Unidos (29,32 por ciento). Más del 33 por ciento de la población ha recibido ya la primera dosis y un 17 las dos completas. La mayoría de los vacunados recibieron Sinovac y el resto Pfizer y AstraZeneca. El objetivo de Lacalle Pou es lograr, a marchas forzadas, que el 70 por ciento esté vacunado para lograr la inmunidad de rebaño. El problema es que el crecimiento de infectados no parece detenerse pese a la velocidad de crucero de vacunación.
«En una situación muy grave»
El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), que en Uruguay sí existe y es transparente, reconocía estos días que la «epidemia se encuentra en una situación muy grave». La noticia resultaba alarmante pero la que seguía aún mas: «No es esperable que en el próximo mes la vacunación por sí sola pueda reducir significativamente los casos». Si la evolución prevista no se corrige Uruguay podría tener que enfrentarse en mayo a una «situación de gravedad extrema, dado que el sistema de salud ya no tiene reservas», añadieron.
La media de muertes diarias durante el mes de abril fue de 60 personas en un país donde viven poco más de tres millones y medio de personas. La cifra estremece y sorprende. Los uruguayos se preguntan cómo han pasado de tener al Covid prácticamente acorralado, en la etapa inicial que fue la más letal para el planeta, a tener un grado de vulnerabilidad tan alarmante. El GACH no se anima a adjudicar a la cepa brasileña la responsabilidad de esta explosión de contagios y muerte. «Si bien no descartamos un efecto de esta variante del Covid-19 en el agravamiento de la situación, no tenemos elementos para asignarle el rol determinante a nivel país», aseguran en un documento publicado esta semana.
¿Influye el tipo de vacuna?
Los factores que han puesto en alerta al país son varios y los interrogantes más. ¿Influye el tipo de vacuna administrada? La respuesta entre los especialistas apunta, con matices, a Sinovac , la vacuna más utilizada tanto en Uruguay como en Chile donde tampoco se pudo evitar un rebrote pese a vacunar a toda máquina. El problema es que, funcionando, su máxima efectividad, se da, observan, «en la segunda dosis» y ésta es la que se está aplicando ahora.
La expresión «libertad responsable» que puso de moda Lacalle Pou viene a ser similar a la actitud que adoptó inicialmente Angela Merkel en Alemania. La canciller, sin anestesia, se dirigió a la población, explicó el verdadero peligró del por entonces enigma que era el Covid-19 y recomendó a la población prudencia. El presidente de Uruguay, quizá por tener otro tipo de sensibilidad o cultura, ofreció una versión similar menos traumática pero igual de detallada. Además, especificó las medidas que debían adoptar e instó al confinamiento voluntario. La mayor parte de la población, inicialmente, lo siguió a pies juntillas. Hoy, un año más tarde, resulta complicado, y económicamente muy duro, mantener a una sociedad hastiada encerrada a cal y canto.
El Gobierno ha optado por mantener otro tipo de medidas restrictivas: cierre de gimnasios, clubs deportivos, espectáculos públicos y limitaciones de horario de bares y restaurantes hasta medianoche. En simultáneo, las fronteras de Uruguay -salvo excepción- están cerradas para extranjeros no residentes. El objetivo es evitar contagios importados de Argentina, Brasil o cualquier otro país de riesgo.
La Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUM) también expresa su preocupación por el escenario en los hospitales. Si bien se registra un ligero descenso de ingresos en los CTI (Centros de Terapia Intensiva), equivalente a las UCI en España, advierten que si no se detiene esta ola, «una cuarta parte de los CTI alcanzaría el nivel de saturación».
Álvaro Delgado, secretario de la Presidencia, mantiene un espíritu positivo. «Uruguay e s el primer país del mundo en velocidad de vacunación con relación a la población », recordó. La previsión era vacunar a «30.000 personas al día» pero esa cifra, aseguró el jueves, hubo días que llegó duplicarse. En rueda de prensa, anunció que el próximo fin de semana está previsto recibir un millón de dosis de Sinovac. Eso significa que «unas 700.000 personas», inscritas, recibirán la semana entrante su vacuna . Pese a todo, un respiro.
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