Los esquiladores uruguayos ya dejan un brote de 45 contagios en España y podría ramificarse por Portugal

El primer infectado se notificó el 11 de abril en Extremadura , y según confirmó el sábado el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles , el brote podría contar con ramificaciones en otras comunidades autónomas, como Aragón y Andalucía, así como en Portugal, hasta donde se habrían desplazado las cuadrillas que compartieron viaje de entrada al país por el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez . Fuentes del Gobierno de Aragón confirmaron al día siguiente que, por el momento, no se ha detectado ningún caso de Covid-19 entre los que llegaron a su territorio y parece que tampoco lo hay, de momento, en el país vecino.

Estos 25 trabajadores, aislados en un hostal de Navalvillar de Pela (Badajoz), se encuentran en buen estado de salud, pero preocupa la magnitud del brote porque desde su llegada tuvieron contacto con 34 explotaciones ganaderas de nueve municipios de las comarcas de La Serena y La Siberia , en los que desde el fin de semana se realizaron cribados masivos voluntarios, que se mantendrán estos días.

A la espera de confirmar si podrían haberse contagiado con la variante brasileña, hasta la fecha los test de antígenos realizados a los vecinos han resultado todos negativos, y dejan en el aire la incógnita de cómo o dónde se podrían haber contagiado. Varios medios regionales apuntan que dos ganaderos más podrían encontrarse también contagiados. Desde el balcón del hostal en el que se encuentran aislados los trabajadores, reiteraron que están seguros de que se infectaron en territorio español. Hasta que la Junta de Extremadura no haga públicos los resultados de la secuenciación, han descartado realizar alguna declaración.

Los esquiladores «llegaron a España diez días antes de iniciar los síntomas, y la prueba de PCR se podía hacer en las 72 horas previas. Con estos datos no se puede en absoluto descartar que no se hayan infectado durante el vuelo o una vez que llegaron aquí, que es lo más probable», explicó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón . La secuenciación de la muestra, que se esperaba para el lunes aún se retrasará unos días más.

«Podría tratarse de la variante brasileña por las PCR específicas que se les ha realizado, pero aún no tenemos esa confirmación», explicó Simón, que pidió prudencia para no estigmatizar a los temporeros.

En pleno confinamiento del año 2020, los esquiladores uruguayos ya fueron noticia porque se fletó un avión para traerlos hasta España para trabajar en la campaña de esquileo. Entre las particularidades de esta profesión, el presidente de la Asociación Española de Esquiladores de Ovejas, Daniel Carrillo , cuenta a ABC que se trata de un trabajo en el que importa un 40% el físico y un 60% la mente. Hijo y nieto de ganaderos, Carrillo fundó junto a su hermano su propia cuadrilla en 1997. Calcula que en España puede haber hasta 1.200 esquiladores, entre profesionales y pastores. «El año pasado entraron unos pocos extranjeros en mayo e hicimos entre todos la campaña de esquileo, que fue como las de antes de que empezaran a venir y acortar con ello la temporada», cuenta al otro lado del teléfono en el descanso de mediodía de una campaña que comenzó este año el 22 de marzo y prevé que se extienda hasta finales de mayo.

La forma de trabajar de las cuadrillas extranjeras, cuenta Carrillo, difiere de la suya. Mayoritariamente uruguayos y contratados por cooperativas, en un día terminan con el trabajo de fincas enteras, rebajando hasta diez céntimos el precio de los profesionales locales o de la zona. En su caso, este esquilador factura por cada oveja 1,70 euros y cada una de ellas puede dejar hasta 2 kilos y medio de lana . «Hay poquísimos esquiladores ricos, pero sí hay ricos a costa de ellos», dice en referencia a las cooperativas de su región y empresarios que demandan estos servicios cada campaña.

«El año pasado, que parecía una catástrofe que no pudieran venir, esquilaron 3 millones y medio de ovejas, los otros 13 millones los hicimos esquiladores nacionales», añade, para poner sobre la mesa el problema de que el propio mercado los empuje a irse fuera de España, dándose una gran paradoja en este caso. «Hay gente joven que está aprendiendo el oficio, pero se están quedando sin salidas porque no les dan trabajo», sentencia. Aunque reconoce que igual en otras comunidades autónomas, a diferencia de la suya, sí que puede ser necesario recurrir a la ayuda externa.

Alfonso Suárez, uno de los dos socios de Esquiladores de la Montaña de León cuenta a ABC que si vienen desde Uruguay es porque allí existe una escuela de esquila que les proporciona incluso un carnet acreditativo. La edad media de quienes viajan para trabajar con ellos no suele superar los 40 años, «al ser un trabajo en el que la fuerza física lo es todo, ya que pasan 8 horas agachados y cambian diariamente de sitio, en nuestro caso sobre todo en Castilla y León en una campaña que cerramos en tres meses». Aunque la pandemia los haya sacado a la luz, estos llevan viniendo a España ya 17 años con ellos. «Vimos la demanda en nuestra comunidad, ya que no hay suficientes esquiladores para hacer todas las ovejas, y en Europa tampoco», informa Suárez.