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Las tentativas de suicidio de las mujeres maltratadas se dispararon el peor año de la pandemia, 2020

Un estudio analiza el impacto de la pandemia en la violencia de género, con menos homicidios, menos denuncias y más llamadas al 016

Érika Montañés

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Atrapadas por el control extenuante y bajo el dictado del agresor, la expresión en número de denuncias por violencia de género durante el trimestre del confinamiento estricto (desde abril a junio de 2020) y posterior periodo de restricciones pandémicas se tradujo a la baja. Cayeron las denuncias de las mujeres (en todo 2020 fueron 150.785, un 10,3% menos que en 2019, según los datos del Poder Judicial), pero sobre todo disminuyeron durante el segundo trimestre del año, el del encierro, cuando hubo un 14,6% menos. También decrecieron las denuncias interpuestas por los familiares de las víctimas (hasta en un 43%), así como en un 26% por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Como una aislada buena noticia, disminuyó la cifra de homicidios de mujeres maltratadas . Ese trimestre hubo 4 crímenes, la cifra más baja de un trimestre de toda la serie histórica estudiada desde 2003.

Este es parte del retrato anatómico que traza un informe elaborado por la Universidad de Granada y que ha presentado este lunes 14 de marzo uno de sus cuatro coautores, Miguel Lorente. Según el análisis, agosto de 2020 fue realmente pernicioso . El efecto de la «nueva normalidad» resultó contraproducente: tras el levantamiento de las restricciones de movilidad y la idea de recuperación de normalidad, el periodo de vacaciones y la salida del encierro agónico durante semanas en las que la mujer no pudo denunciar duplicaron el número de asesinadas hasta las ocho en un solo mes. Durante el resto de los trimestres de la pandemia analizados en este estudio -que lleva por título 'Impacto de la pandemia por Covid-19 en la violencia de género en España'-, el número de crímenes se estabilizó respecto a la tendencia observada en toda la serie histórica de asesinatos machistas y que se computa desde 2003.

Disminución de crímenes y más llamadas al 016

En conjunto, establece Lorente, el resultado global de la pandemia ha sido una disminución del número de mujeres asesinadas por violencia de género, pero no un descenso de la violencia. Concretamente, el número total de homicidios por esta violencia en 2020 fue de 47, lo que supone una disminución del 22,8% respecto a la media anual de homicidios en toda la serie histórica 2003-2019 (60,8 homicidios), y un descenso del 14,5 % respecto a los 55 homicidios de 2019. Este resultado se produce en un contexto en el que los homicidios venían aumentando de forma progresiva desde 2016.

También hay que resaltar, como se ha hecho en varias ocasiones desde el Ministerio de Igualdad, que las llamadas al teléfono 016 sí se dispararon de modo notable durante los meses del confinamiento. El análisis presentado hoy muestra que se multiplicaron a partir de marzo, mes de inicio del confinamiento, y alcanzaron su máximo en el segundo trimestre coincidiendo con los meses de restricción absoluta de la movilidad, con un total de 25.667 llamadas, el número más alto de toda la serie histórica. En el primer trimestre las llamadas fueron 16.950, y en el segundo se elevó en un 51,43% hasta alcanzar la cifra indicada.

El 'efecto agosto' de la 'nueva normalidad'

Junto a ese 'efecto agosto' tan llamativo, el profesor de la Universidad de Granada y médico forense ha remarcado otro factor inexplorado hasta el momento: l a violencia de género como factor precipitante del suicidio. Según recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de las causas de muerte relacionadas con la violencia de género es el suicidio, su impacto es directo, ha destacado Lorente. El exdelegado del Gobierno para esta lacra entre 2008 y 2011 es, además, uno de los pioneros en el estudio de las agresiones a las mujeres desde el punto de vista científico y ha destacado hoy que a raíz de la pandemia en 2020 se registró también un crecimiento de la tasa de ideaciones suicidas de las mujeres víctimas de violencia de género, porque entre las víctimas esa tasa aumenta en un 18,5% (datos de la última Macroencuesta de violencia contra la Mujer). Estas tentativas autolíticas bajan a un 4,7% entre las mujeres que no padecen maltrato. Los pensamientos suicidas atacan al 25,5% de las mujeres que han sufrido violencia física o sexual de alguna pareja a lo largo de sus vidas (es decir, que las mujeres que han sufrido violencia física o sexual de una pareja tienen cinco veces más riesgo de tener pensamientos de suicidio que las mujeres que nunca han sufrido violencia de la pareja). «Cuando la mujer es víctima tiene cinco veces más de ideas suicidas que cuando no lo es», ha declarado el médico y profesor. «Y esto es importante tenerlo en cuenta para establecer políticas sanitarias específicas encaminadas» a prevenir estas conductas. El 70% de las víctimas arrastran consecuencias psicológicas de gravedad. La sensación de que no hay salida se convierte en un denominador común entre estas mujeres.

Impacto de la pandemia en

la violencia de género

Homicidios por violencia de género en 2020

8

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7

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Porcentaje de incremento del número de suicidios

Tasa por 100.000 habitantes en España entre 2015-2019 y 2020 según sexo

Incremento medio de los suicidios

2015-2019 vs 2020

Incremento de los suicidios en

2020 respecto 2019

12,3

9,6

8,9

5,7

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Incremento de la tasa media

2015-2019 vs 2020

Incremento de la tasa en

2020 respecto 2019

12,1

8,6

8,2

5,7

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Fuente: Ministerio de Igualdad con datos del INE / ABC

Impacto de la pandemia en

la violencia de género

Homicidios por violencia de género

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Porcentaje de incremento

del número de suicidios

Tasa por 100.000 habitantes en España

entre 2015-2019 y 2020 según sexo

Incremento medio de los suicidios

2015-2019 vs 2020

9,6

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Incremento de los suicidios en

2020 respecto 2019

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Incremento de la tasa media

2015-2019 vs 2020

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Incremento de la tasa en

2020 respecto 2019

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Fuente: Ministerio de Igualdad con datos del INE

ABC

La evolución de los suicidios desde 2015 a 2020 muestra un incremento en 2020 bajo la crisis social que ha producido la pandemia, coteja el estudio, lo cual tiene relación también con el mayor consumo de ansiolíticos e hipnóticos, que creció ese año especialmente entre las mujeres. Los datos obtenidos en los últimos estudios demuestran que el consumo total de tranquilizantes e hipnóticos es superior en mujeres (27,4% frente al 15,9% de hombres). El incremento se produce tanto en hombres como en mujeres, si bien en los hombres ya se había producido un incremento en el número de suicidios en 2019 respecto a 2018, mientras que en las mujeres se produjo un descenso ese mismo año. El incremento de la tasa de suicidio femenino por 100.000 habitantes subió un 12,1% en 2020 , frente a un 5,7% entre los hombres.

Efecto también de la pandemia

Para el profesor Lorente, quien ha ofrecido una rueda de prensa junto a la actual delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Vicky Rosell, la pandemia ha tenido un efecto arrastre también en el incremento del riesgo en la letalidad de las mujeres (por ejemplo traducido en el aumento de denuncias por violencia doméstica, que es la ejercida por otros miembros de la familia y no por la pareja o expareja), no solo por el impacto directo de la violencia de género, sino también por las nocivas consecuencias en la baja autoestima de las mujeres, su sensación de impotencia o la de impunidad de su agresor. Todo ello son factores sociales relacionados con la violencia de género sobre los que hay que estar muy atentos, ha dicho el exdelegado.

Pese a la limitación y aislamiento, se dio el caso contrario en cuanto a violencia doméstica, o aquella ejercida por otros miembros de la familia y no por la pareja o expareja. En 2020 se registraron 8.279 víctimas en asuntos de violencia doméstica con orden de protección o medidas cautelares, lo que supone un 8,2% más que en el año anterior. De ellas, el 61,4% fueron mujeres y el 38,6% hombres.

Percepción como problema grave, a la baja

En último lugar, el profesor Lorente ha explicado que otra de las consecuencias que ha tenido la pandemia sobre la situación general relacionada con la violencia de género ha sido la disminución del porcentaje de personas que la incluyen entre los problemas más graves que existen en España. Antes de la pandemia, en 2019, el 6,7% de la población la incluía entre los problemas más graves de la sociedad, porcentaje que bajó al 2,4% en 2020 y al 0,5% en 2021.

Según ha rematado el doctor Lorente, el confinamiento, la limitación de la movilidad y la crisis social y económica crean unas condiciones idóneas para que los elementos de la violencia de género se potencien: aísla aún más a las mujeres víctimas, aumenta el control por medio de la clausura formal en el hogar y las restricciones de la movilidad, crea un contexto que facilita el uso de la violencia en cualquiera de sus formas ante el más mínimo estímulo, facilita la impunidad al aumentar las barreras para que las mujeres puedan salir de la relación, complica el acceso de las mujeres víctimas y de sus hijos e hijas a los recursos, y limita las oportunidades laborales para que, en caso de salir de la violencia, puedan acceder a un trabajo. Es una situación habitual, ha señalado, tras una catástrofe o desastre , como los estudiados tras diferentes desastres (terremoto en Haití, incendios en Australia, tsunami en Japón). En todos ellos, las investigaciones demostraron un aumento de la violencia con la mirada olvidada de la ciudadanía por los otros conflictos que se padecen, deduce el informe. El confinamiento tiene un doble efecto: atrapa a las mujeres en la violencia y libera a los agresores en su uso, ha resaltado Lorente, que pide no bajar la guardia respecto a las consecuencias y cicatrices que puede generar el contexto pandémico en las mujeres.

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