El 'ejército de José Andrés' que sirve más de 250.000 comidas diarias para los refugiados ucranianos
Desde que estalló la guerra, World Central Kitchen ha proporcionado más de 3,5 millones de platos calientes a los ucranianos que se han visto obligados a abandonar su país
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Iniciar sesión«Sabemos que una comida caliente en tiempos de crisis es mucho más que solo un plato de comida. Es esperanza, es dignidad, es una señal de que alguien se preocupa por ti y de que no estás solo». Así define Carla la labor ... que en estos días está realizando World Central Kitchen (WCK), la ONG del chef español José Andrés y con la que ella colabora, para ayudar a todos los ucranianos que están viviendo las consecuencias de la guerra . Desde que estalló el conflicto, la organización acudió a Ucrania y a los países fronterizos para alimentar tanto a quienes han tenido que huir de sus hogares por los constantes bombardeos a su alrededor como a quienes permanecen refugiados o luchando. Hasta la fecha, ya ha servido más de 3,5 millones de comidas y distribuido 2.000 toneladas de alimentos en Ucrania.
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«Estamos dando 250.000 comidas al día y la cifra se va incrementando», explica Javier García , socio de José Andrés y miembro de la junta directiva de World Central Kitchen. Para ello, la ONG cuenta con un ‘ejército de voluntarios’ —desde estudiantes hasta personas que dejan temporalmente sus puestos de trabajo para ayudar— que trabajan para proporcionar alimentos a todos los ucranianos que lo necesiten . Esa ayuda, expone García, se divide en tres líneas de actuación: la que se lleva a cabo en Ucrania, la que se da en las fronteras y la que se organiza en los países de acogida a los que se desplazan los refugiados.
Cientos de restaurantes
Actualmente, la de José Andrés es la única ONG de ayuda alimentaria que tiene presencia en Ucrania. Desde la ciudad de Leópolis, donde WCK tiene su base de operaciones , se distribuyen comidas calientes todos los días. Pero además, la organización cuenta con la colaboración de cientos de restaurantes repartidos por el país que cocinan y envían la comida a los centros indicados por la ONG. En Leópolis, WCK cuenta también con cinco almacenes , donde se reciben los alimentos no perecederos que se envían desde Polonia, que llegan en cinco tráilers diarios .
La ayuda humanitaria también se da en la frontera. «En los aproximadamente 200 puntos fronterizos tenemos un equipo para atender a los refugiados que cruzan la frontera», apunta García. En estos puntos, explica, se les recibe con comidas calientes, como vasos de caldo. Para los niños, además, preparan también recetas como chocolate caliente. Pero la labor continúa también en los países de acogida, como España, donde la ONG está presente en los centros a los que llegan los refugiados para proporcionarles alimentos.
Para ello, además de los voluntarios, son necesarias las donaciones . En este sentido, destaca una iniciativa de las estudiantes del máster en Dirección de ‘Fundraising’ público y privado para organizaciones sin ánimo de lucro de la Universidad Complutense de Madrid, que han iniciado un ‘crowdfunding’ o recolecta de fondos a través de internet para recaudar al menos 5.000 euros que sirvan a la ONG para adquirir alimentos. Pese a llevar poco más de una semana, explica Laura Montalvo, una de las alumnas, ya se han conseguido más de 5.000 euros , por lo que la idea de alcanzar el objetivo «óptimo» de 10.500 euros está cada vez más cerca. «Estamos muy contentas, está yendo muy bien», celebra.
La idea, cuenta, nació debido a que una de las estudiantes, Natalia Dzvonkovska, es ucraniana, de manera que el sufrimiento que arrastra desde hace algo más de un mes por sus seres queridos impactó también a sus compañeras de máster. Dispuestas a ayudar, buscaron entre todas las iniciativas que se llevan a cabo hasta decantarse por la de WCK. «La organización de José Andrés ofrece la primera necesidad básica , que es la de dar comida caliente. Con una iniciativa así las personas que tienen que huir de Ucrania saben que no están solos, que tienen personas que están ahí», relata esta ucraniana.
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