Doce vidas truncadas por la tragedia en Mallorca

Podría tratarse de un reportero del periódico de Hannover Neue Presse, Andreas Körlin, de 57 años. Iba camino del aeropuerto durante la tormenta y no ha contestado al teléfono, informa Rosalía Sánchez, corresponsal en Berlín.

Anthony y Della Green, de 77 y 75 años respectivamente eran una pareja de escoceses, de la ciudad de Moffat. El era director de colegio hasta su retiro y regentaba un Pub en esta localidad. La pareja tiene 3 hijos y varios nietos. Se encontraban de vacaciones en Mallorca cuando el taxi en el que iban se vio arrastrado por las aguas torrenciales.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha dicho que están «apoyando a las familias de estos dos británicos y haremos todo lo posible para ayudarles en este momento tan difícil. Nuestro personal está en contacto con las autoridades españolas, que son responsables de responder a las inundaciones y están dispuestos a ayudar a cualquier otro británico que necesite nuestra ayuda», informa Iván Alonso, corresponsal en Londres.

Bernat Estelrich Santandreu , de 81 años, apareció muerto en el sótano de su vivienda en la calle Ordinas. Cerca de ese lugar los servicios de emergencia localizaron el cuerpo de Joana Ballesteros Femenías, de 89 años, en la planta baja de la carretera de Son Servera donde residía, según confirmó a ABC sus familiares.

Una de las doce víctimas mortales de las inundaciones del pasado martes en Mallorca fue una mujer que murió mientras intentaba salvar a sus hijos. La farmacéutica, Joana Lliteras , de unos 40 años de edad, conducía un vehículo en el que viajaban sus dos hijos pequeños y la abuela.

Un ciudadano alemán pudo sacar a uno de los niños del coche, mientras que la abuela consiguió salir por su propio pie.

Lliteras y su hijo pequeño acabaron desapareciendo junto a su Hyundai negro. El cadáver de la madre fue localizado a primera hora de la tarde en Son Carrió, cerca del cauce del torrente. El pequeño continua desaparecido.

La familia de la víctima es muy conocida en el municipio de Manacor, en donde regenta una farmacia.

Tine Noig , una mujer holandesa de 80 años de la que no se tenían noticias desde la riada, apareció muerta el miércoles en la zona de Son Carrió. Su desaparición atrajo la atención de los medios de su país, que pusieron el foco en la tragedia de Mallorca.

Juan Grande Sillero , conocido como «Moncho» era de Cala Millor. En el momento de la tragedia llevaba a Anthony y Della, la pareja de turísticas británicos (que también murieron) a un hotel en Cala Bona cuando la avenida arrastró el vehículo.

La Guardia Civil encontró el miércoles en la desembocadura del torrente en s'Illot. El coche estaba sumergido y volcado sobre uno de sus laterales. Los cadáveres de los turistas fueron rescatados por los buzos del instituto armado. Ya por la mañana, en la misma zona, se encontró el cuerpo sin vida del taxista.

Biel Mesquida Salas regresaba el martes a su casa, en la zona de Son Vives, en los alrededores de Sant Llorenç. La crecida bloqueó su furgoneta cuando se encontraba a unos 50 metros de la vivienda. Al parecer, decidió apearse y tratar de llegar andando hasta el inmueble. No lo consiguió.

Rafel Gili Sastre, ex alcalde del municipio de Artá de 71 años, fue hallado sin vida en su domicilio, una chalé a las afueras del pueblo, en la carretera de Canyamel. Gili se vio sorprendido por la riada cuando una de las paredes de su garaje se vino abajo por la riada. Estaba acompañado de otro hombre, un ciudadano polaco que logró ponerse a salvo subiendo al capó de un coche. La mujer de Gili estaba también en la vivienda y resultó ilesa.

El matrimonio fallecido, Petra Kircher , de 63 años, y Mike Kircher , de 61, se dirigía de Costa de los Pinos a Artà. El Ford Focus en el que viajaban se ha encontrado, según informa la Guardia Civil. En el interior del vehículo se ha hallado un teléfono móvil, desde el que las víctimas pudieron hacer una llamada a una amiga , que avisó al 112, pero la línea se cortó.