La universidad iberoamericana afronta los retos de la calidad educativa y el cambio digital

Universia, uno de los proyectos emblemáticos de la División Global Santander Universidades de Banco Santander, es la mayor red de colaboración universitaria de Iberoamérica, «un gran punto de encuentro» y «una herramienta de futuro de la universidad y del conjunto de la sociedad iberoamericana», según Botín. Nació hace 14 años y hoy agrupa a 1.290 universidades de habla española y portuguesa de 23 países, con 17 millones de profesores, técnicos, administradores y estudiantes.

En opinión del también presidente de la red Universia, Río se convierte durante los dos días que durará el encuentro, en «la capital de la universidad» gracias a lo que calificó como «un acontecimiento único en la historia de la universidad». «Iberoamérica es una región joven, con talento y enorme potencial que vive momentos cruciales para asentar un modelo de desarrollo social y económico sostenible; la condición necesaria para contar con sólidos cimientos sobre los que poder construir ese futuro prometido es contar con una educación de calidad, accesible a todos los ciudadanos y que responda a las exigencias de la sociedad digital emergente», señaló Botín.

El presidente del Banco Santander desgranó los cuatro grandes objetivos de la reunión: fortalecer la modernización de la universidad; conocer nuevas tendencias que permitan una sólida evolución de su organización, así como su internacionalización y la promoción del emprendimiento; descubrir nuevas herramientas que faciliten su liderazgo social, y poner en valor el papel de la universidad como generadora de conocimiento y «palanca decisiva en el desarrollo económico y social de los diferentes países».

Emilio Botín alertó del «desafío académico y social histórico» que supone el incremento de la población universitaria en Iberoamérica en los próximos años, ya que algunos estudios apuntan que se duplicará hasta 2025, alcanzando los 45 millones de estudiantes.

Y «no será suficiente que la universidad incorpore de manera efectiva los cambios tecnológicos para insertarse con éxito en esta nueva sociedad digital», sino que deberá hacerlo «repensando sus estructuras, contenidos, oferta educativa y metodologías docentes, mejorando la formación e internacionalización de los profesores, generando nuevo conocimiento científico y creando nuevas vías para transferirlo de manera eficiente a la sociedad y al mundo de la empresa, y promoviendo de manera activa la cultura innovadora y emprendedora de los jóvenes».