Absuelven del delito contra la salud pública a los responsables del Bio-Bac
No obstante, serán condenados a cuatro meses y medio de prisión al considerarlos responsables de un delito relativo a los consumidores.
El juzgado de lo Penal nº 18 de Madrid ha absuelto a Antonio Rafael Chacón Pabón, Consuelo Serdio Boeticher, Enríquez Martínez Oliván y Miguel Echenique Gordillo del delito contra la salud pública por la fabricación y distribución del Bio-Bac , un producto que comenzó a comercializarse en 1997 indicado para tratamiento de enfermedades como el VIH, distintos tipos de cánceres, hepatitis y enfermedades articulares reumatológicas.
No obstante, el juzgado les condena a una pena de cuatro meses y quince días de prisión por un delito relativo a los consumidores.
La juez condena a los cuatro acusados porque a pesar de que en el etiquetado de Bio-Bac se hacía constar que se trataba de un suplemento dietético, se intentaba vender y se vendía como medicamento por los efectos terapéuticos que, así se señalaba claramente, tenía el producto.
Su fabricante, Rafael Chacón (hijo del creador del Bio-Bac, Fernando Chacón Mejías) aseguró el primer día del juicio que «nunca se vendió como medicamento, sino como un complemento alimenticio». Chacón añadió que el Bio-Bac superó con éxito numerosos ensayos clínicos que avalaban su inocuidad, seguridad y eficacia. «Desde que empezó a comercializarse, lo han consumido unas 10.000 personas y jamás Chacón Farmacéutica recibió una denuncia», dijo Chacón.
«Inocuo»
La sentencia recoge que no puede considerarse probado el delito contra la salud pública toda vez que para que este supuesto se cumpla es imprescindible que se ponga en peligro la vida o la salud de las personas. Y el consumo de Bio-Bac, dice la sentencia, era inocuo.
Por otra parte, tampoco ha podido probarse durante la vista oral, según se desprende de la sentencia, que los acusados indujeran a los afectados a abandonar el tratamiento clásico contra su enfermedad, ni de modo telefónico ni por escrito, por lo que no se puede afirmar que para conseguir una mayor comercialización del producto éstos pusieran ante un evidente peligro la vida de las personas.
En el primer día del juicio testificaron algunos familiares de fallecidos que tomaron el producto. «El difunto médico Fermín Moriano le dijo a mi hermano que la quimio no valía para nada y que si tomaba Bio-Bac, en dos meses superaría el cáncer», contó a ABC una testigo. También testificó por videoconferencia Teresa Berenguer, cuyo marido tomó Bio-Bac por vía oral, anal e inyectable. «Empezó a tomarlo porque no veía otra solución, tenía cáncer de pulmón».
Bacterias perjudiciales
En cuanto al hecho de que en uno de los lotes incautados por la Guardia Civil apareciera un hongo y bacterias perjudiciales para la salud, el juzgado estima que la cadena de custodia no se respetó de forma escrupulosa, por lo que no puede descartarse que hubiera habido algún tipo de manipulación durante el traslado que contaminara las pruebas.
Por último, la juez descarta que en la comercialización del producto haya tenido lugar un delito de estafa, ya que de lo probado en el juicio no se desprende que los usuarios o consumidores adquiriesen el producto con un perjuicio para su patrimonio motivados por una maquinación fraudulenta, característica de la estafa. Más bien nos encontramos ante un caso en el que los condenados etiquetaron el producto simulando unas características que realmente no tenía.
Noticias relacionadas
- La Fiscalía rebaja a 3 años su petición de prisión para el fabricante del Bio-bac
- «Le dijeron a mi hermano que dejara la quimio y tomara Bio-Bac»
- Arranca 12 años después el juicio por el falso medicamento Bio-Bac
- El fiscal rebaja la petición de pena para el dueño del bio-bac
- Un afectado del Bio-Bac: «Un médico se lo recetó a mi mujer como medicamento para curar las células cancerígenas»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete