Navarra, Soria y Madrid se llevan la peor parte de las tormentas veraniegas

En Madrid , los bomberos del Ayuntamiento realizaron entre las 11 de la noche y las 8 de la mañana del viernes hasta 70 salidas, por caída de ramas de árboles sobre la vía pública, revocos de fachada, ventanas y persianas en mal estado por golpes de viento y desprendimientos de lonas que cubren los andamios. En zonas céntricas como el paseo del Prado, el viento derribó árboles sobre columnas con indicadores para el tráfico.

Otra de las provincias más afectadas fue Navarra . En la localidad de Elizondo , una de las más dañadas, fueron necesarias dos evacuaciones complicadas, entre ellas la de una empleada de una residencia para la tercera edad. A pesar de los daños no se han producido víctimas mortales. Las precipitaciones obligaron a decretar el nivel 1 (el más alto) del Plan de Inundaciones de Navarra tras el corte de la carretera N a la salida de Oronoz-Mugaire por el desbordamiento de los ríos Baztan y Bidasoa.

En Almazán (Soria) se registraron hasta 242 descargas eléctricas que provocaron una intensa granizada de tres cuartos de hora afectando a calles, coches, viviendas y garajes de la localidad. Según Juan Pablo Álvarez, jefe del grupo de Predicción y Vigilancia de la Delegación Territorial de la Aemet, la tormenta eléctrica en la localidad soriana va a «marcar historia», dada su gran duración.

En Salamanca, otra de las pronvincias castigadas, la intensidad de las precipitaciones en un corto espacio de tiempo provocó que la capacidad de absorción de algunos sumideros se redujera en más del 70% inundando numerosas calles de la ciudad castellanoleonesa.

La Agencia Estatal de Meteorología aclara que «el peligro para las personas ante las tormentas se produce, fundamentalmente, en campo abierto, pero en los núcleos urbanos también hay riesgo de caída de rayos» por lo que hay que extremar la precaución.

La Aemet recomienda, en este tipo de tormentas, no refugiarse bajo los árboles y alejarse de alambradas y objetos metálicos. Recuerda que, si se va conduciendo, un vehículo cerrado puede ser un buen refugio.