Un médico no se corta y señala el principal inconveniente del kéfir: «Puede dar gases y diarrea»
El cardiólogo Aurelio Rojas explica los beneficios probados del kéfir, pero advierte de sus efectos secundarios
Aurelio Rojas, médico cardiólogo: «Durante 40 años creímos que este fármaco salvaba vidas tras un infarto, pero ahora sabemos que puede dañar»
El doctor Aurelio Rojas recomienda tomar kéfir con moderación
El kéfir se ha convertido en uno de los superalimentos más populares de los últimos años. Este probiótico natural, elaborado a partir de la fermentación de leche con gránulos de bacterias y levaduras, se promociona como un «yogur más saludable». Sin embargo, no ... es un producto para todo el mundo.
El cardiólogo Aurelio Rojas Sánchez lo tiene claro: aunque sus bondades están respaldadas por la ciencia, también puede provocar gases y diarrea, especialmente en quienes tienen intolerancia a la lactosa o lo toman en exceso.
Los beneficios del kéfir, según la ciencia
Los estudios coinciden en que el kéfir mejora la microbiota intestinal, favorece la digestión y ayuda a reducir la inflamación. También se asocia con la regulación del colesterol y de la tensión arterial, además de fortalecer el sistema inmunológico gracias a su contenido en probióticos, vitamina D y vitamina K.
Otro de sus puntos fuertes es que, al ser bajo en lactosa en comparación con la leche convencional, resulta más tolerable para muchas personas con digestiones sensibles. Asimismo, aporta proteínas de alta calidad y puede influir de manera positiva en el estado de ánimo, el sueño y la salud mental.
El inconveniente principal: gases y diarrea
Pese a su buena fama, el kéfir no está exento de riesgos. El doctor Aurelio Rojas advierte de que puede producir gases, diarrea y malestar digestivo, sobre todo si se toma en grandes cantidades o en personas intolerantes a la lactosa.
Además, no se recomienda su consumo sin supervisión médica en personas inmunodeprimidas, ya que la alta concentración de probióticos podría alterar su equilibrio intestinal. Por ello, la clave está en la moderación y en escuchar las señales del propio cuerpo.
Cómo y cuándo tomarlo para aprovechar sus beneficios
La recomendación de los especialistas es un vaso pequeño de 150 a 200 ml al día, preferiblemente en ayunas o a primera hora de la mañana. Una de las combinaciones más eficaces es acompañarlo de frutas ricas en vitamina C, como kiwi, fresas o arándanos. La vitamina C no solo potencia la acción de los probióticos, sino que también mejora la absorción de hierro y refuerza el sistema inmunitario.
Integrar el kéfir en una dieta variada y rica en fibra aumenta sus efectos positivos sobre la microbiota intestinal y la salud en general. Más allá de los suplementos o las modas, lo importante, como señala Rojas, es mantener un estilo de vida saludable en conjunto: alimentación equilibrada, ejercicio físico y reducción del estrés.
Ver comentarios