El domingo de enganches llena la Maestranza

Y en ese momento hacían su aparición efectivos de las dos Escuadras de Gastadores del IV Tercio y X de Bandera de la Legión , que desfilaron ante la Puerta del Príncipe para sorpresa de los asistentes. Esta fuerza militar es la institución invitada de la muestra ecuestre , que organiza el Real Club de Enganches de Andalucía , y ha querido responder a ese honor con una actuación de la Banda de Guerra del IV Tercio que levantó al público de la plaza.

El ambiente crecía en la calle conforme se iban concentrando carruajes de todo tipo y épocas. Muchos de ellos originales del siglo XIX, heredados, adquiridos en subastas y hasta en mercadillos del sur de Francia. En un cobertizo encontró Manuel Romero su 'break' con el que compitió ayer en el coso taurino. A este cordobés le viene la afición al enganche de su padre y ahora la comparte con sus hijos. En declaraciones a ABC, medio oficial de la Exhibición, recordó que cuando lo compró estaba totalmente abandonado y apolillado , pero supo reconocer el valor que tenía y se lo trajo en un furgón de Pau, en el país vasco francés Cinco años ha tardado en restaurarlo y al fin lo puede utilizar.

Para Manuel « volver a la Feria de Sevilla es todo un sueño, porque después de la pandemia no sabíamos si esto lo viviríamos igual , pero hay tradiciones que son irremplazables», aseguró. A pocos metros calmaba a sus caballos Flora Reguera , una jerezana que engancha desde 2004. Ayer iba a las riendas de un tándem con guarniciones a la inglesa. Cada vez son más las mujeres que participan en la Exhibición como cocheras, un paso que «es necesario dar», dijo. Flora es una de las precursoras del Club de Enganches de su ciudad, que el próximo noviembre cumplirá su primer aniversario y quieren instaurar el Día de la Mujer Cochera como una de sus primeras actividades, una manera de que «muchas más se animen» y cambien la mantilla por la fusta.

Otra de las mujeres que presentó carruaje fue Amelia Carrillo , también cordobesa, que se entrenó el año pasado en la Exhibición de la Maestranza celebrada en septiembre. «Lo de hoy no tiene nada que ver, el ambiente, la alegría de la gente, las ganas de Feria y poder estar en la calle, porque en la otra ocasión no nos detuvimos para que no hubiera concentraciones», dijo. Amelia estuvo acompañada de su entrenador con el que perfecciona la técnica, la afición ya la trae de casa inculcada por su padre . «Todos los hermanos montamos o enganchamos, cuando lo vives desde pequeño ya no te apartas nunca del mundo del caballo».

El inicio de la muestra en la Maestranza, que se llenó para la ocasión, sólo tuvo una protagonista, Cayetana Rivera Martínez de Irujo , que fue la madrina de honor del evento como hace una década lo fue su abuela Cayetana. La joven de 23 años debutó en solitario , aunque estuvo arropada en todo momento por su madre que la saludaba desde el palco. La mañana de Feria se la dedicó a sus dos abuelas que tuvo muy presentes, pues vistió un diseño de Enrique Rodríguez Hidalgo de corte clásico en crepe de seda en tono verde esperanza, con mantilla, peina y mantón de Cayetana de Alba y unos pendientes de coral de Carmen Ordóñez .

Para finalizar, volvió a dar una vuelta al ruedo junto con sus hermanos pequeños y Rogelio Gómez Usín en otro carruaje perteneciente a la familia Soltero, dueños de Bionest, enganchados a la d'aumont, una forma tradicional en las ceremonias de protocolo de la familia real inglesa, emparentada con la Casa de Alba.

También asistió su tío Fernando Martínez de Irujo y Genoveva Casanova , exmujer de Cayetano Martínez de Irujo , que acudió como acompañante en uno de los carruajes vestida de mantilla.

Ya durante las primeras vueltas al ruedo se empezaron a lucir los coches de caballos, muchos de ellos enganchados a la calesera, con las madroñeras de colores y los cascabeles . Esta es una de las tradiciones más vinculdas a Andalucía que se está recuperando cada vez más. Y no sólo en las guarniciones, también en la vestimenta de los cocheros, que empiezan a cambiar el traje de corto por el sombrero calañés sobre el pañuelo y las chaquetillas burdeos o azules .

De los cocheros participantes, 59 eran amateur, entre ellos doce mujeres, ocho niños y adolescentes, y 37 profesionales que hicieron el recorrido sin incidentes, salvo uno de los coches que iba guiado por una joven que perdió el control de los caballos en un momento puntual. Por suerte el incidente se quedó en un susto y las chicas fueron auxiliadas por otro de los participantes mientras retiraban el carruaje accidentado.

La exhibición continuó con normalidad mientras iban entrando al coso ponis, caballos y mulas en todas las modalidades (limoneras, troncos, tándem, tresillos, potencias, cuartas, medias potencias y cinco a la larga), todo un reencuentro con la tradición.