Una portada que se ha montado dos veces y que llevaba tres años de espera

Y es que la Feria de Sevilla 2022 ha recuperado el diseño que se quedó sin estrenar y que está inspirado en el edificio regionalista del Hotel Alfonso XIII y a través del cual también se quiere rendir un homenaje al viajero coincidiendo con la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo.

Si se miran las medidas, hay que recordar que tiene una altura de 39 metros por 50 metros de ancho y 6 de fondo, está compuesta por un cuerpo principal, articulado en dos niveles y dos torres en los extremos que representan la torre situada en el extremo del hotel que está más cercano a la Puerta de Jerez.

Inspirado en la arcada del patio principal del hotel más emblemático de Sevilla, el cuerpo central se compone de tres arcos en su mitad inferior: dos laterales de menor dimensión y uno central.

Esos arcos representan las entradas al que era el antiguo Pabellón de Sevilla. Estas puertas de acceso al recinto ferial tienen una altura de 12 metros y un ancho de 5,70 metros salvo el arco central que tiene 6 metros y se podrá acceder por cada una de ellas al real.

La construcción también mantiene en su diseño el homenaje que estaba previsto a varias instituciones por distintas efemérides, como el de la base militar de Tablada con motivo de su Centenario; el del Centro Asturiano, que ha cumplido 50 años desde su creación en la ciudad ; y, por último, el del Instituto de Enseñanza Secundaria San Isidoro, que también conmemora su 175 aniversario. Además, se introduce también este año un homenaje con motivo del V Centenario de la muerte de Elio Antonio de Nebrija, incluyendo el logotipo del Año Cultural Nebrija, así como el centenario de la Legión.

En cuanto al autor del diseño, se trata de Javier Navarro de Pablos, arquitecto (2015) y Máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico (2017) y en Urbanismo, Planeamiento y Diseño Urbano (2019) por la Universidad de Sevilla, donde desarrolla actualmente su tesis doctoral como contratado predoctoral.

El autor tiene además una dilatada trayectoria profesional. Como docente, imparte clases en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, habiendo participado también como profesor invitado en el Máster de Comunicación Arquitectónica de la Universidad Politécnica de Madrid e impartido charlas en un máster de la Universidad de Roma «La Sapienza».

Volviendo a la edificación hay que destacar la apuesta municipal por las nuevas fuentes de energía. En este sentido, en cuanto a las luces, han sido necesarias 25.000 para alumbrarlas, todas ellas tipo Led ya que se han sustituido las anteriores por estas que suponen un menor consumo y también un coste más bajo.

Esa sustitución supone un ahorro de consumo energético de 114.959 kilovatios/hora y una reducción de 28,41 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera. Con esta medida se consigue una mayor eficacia lumínica, ya que reduciendo la potencia se consigue un nivel de lúmenes similar con un menor gasto energético y emisión de gases de efecto invernadero, y una mayor durabilidad desde el punto de vista lumínico.

Aún así, según reconocían desde el Ayuntamiento hace algunos días, la factura de este año será del triple que la del último año que se celebró la Feria.

En cuanto al coste de la portada, el Ayuntamiento de Sevilla estima un gasto aproximado de unos 500.000 euros. Un coste en el que hay que tener en cuenta las horas de montaje que se han empleado en ello. Según el Ayuntamiento se han invertido 125.000 horas de trabajo en el montaje la Feria que, como cada año , comenzó oficialmente con la puesta del primer tubo a finales de diciembre aunque los trabajos no se iniciaran hasta unas semanas después. De hecho, cada año se comienza la construcción con la puesta de los primeros tubos que sirven para levantar la estructura metálica, que se recubre con tableros de madera pintados artísticamente, como remate final se adorna con miles de bombillas que dan armonía a la Portada y una visión diferente a la Portada de día.

El ritmo más intenso de los trabajos no comenzó, en realidad, hasta el mes de marzo y en el montaje han participado varios centenares de personas ya que aunque al principio rondaban el centenar, a medida que se iba acercando la fecha el número de operarios también iba aumentando.

En cualquier caso, tanto el coste como el trabajo están mas que amortizados si se tiene en cuenta lo que aporta la fiesta a las arcas municipales. De hecho, el Ayuntamiento estima que el impacto económico de la Feria de Abril ronda los 900 millones de euros ya que se trata del principal evento económico de la ciudad (en torno al 3 por ciento del PIB) y supera con creces al segundo mayor evento, que es la Semana Santa.

Si se mira atrás la portada de la Feria se ha inspirado en la mayoría de edificas emblemáticos de la ciudad y en los principales acontecimientos históricos. La Expo 92, la Exposición Iberoamericana de 1929, la primera circunnavegación, la Giralda, el Museo de Bellas Artes, la Plaza de España, la iglesia del Salvador, la Universidad de Sevilla o la Maestranza son algunos de los momentos históricos o los monumentos que han servido de base a los largo de los 175 años de historia de la Feria de Sevilla.

Sin embargo la portada tal y como hoy la conocemos no era así desde los inicios de la Feria de Sevilla. Cuando esta se celebraba antiguamente, desde sus orígenes en el mes de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián, la antigua pasarela hacía las veces de portada. Esta construcción metálica daba la bienvenida a todos los visitantes año tras año puesto que era una edificación permanente. Fue realizada por Dionisio Pérez Tobías y se inauguró el 18 de abril de 1896, coincidiendo con el 50 aniversario de la creación de la Feria.

Esta construcción estaba inspirada en la Torre Eiffel, no sólo representaba la puerta de entrada al recinto ferial, sino que fue levantada como paso elevado para evitar el cruce, al mismo nivel, de los peatones con el tráfico de la Calle de San Fernando y las Avenidas de Carlos V, del Cid y de Menéndez y Pelayo.

En 1921 se procedió a la demolición de la pasarela, con motivo del ensanche de la Calle San Fernando . Y desde entonces comenzó a instalarse anualmente una portada de entrada a la Feria de Sevilla. Sin embargo fue en el año 1949 se colocó la primera portada de gran envergadura y ya el Ayuntamiento fijó en sus ordenanzas la obligación de edificar «una gran entrada» a la Feria.

Desde entonces, ha sido una costumbre realizar una gran portada con diversos temas que es iluminada por la noche y que sirve de pórtico de entrada de día. Es además una construcción que desde que se comenzó la de Sevilla ha imitado el resto de ferias de otras localidades y que ha sido testigo de muchas historias ya que suele convertirse también en punto de encuentro de muchos que acuden a fotografiarse ante ella o simplemente les gusta entrar en el rea por la puerta grande. Por eso, después de tres años sin portada, el Ayuntamiento lo celebró ayer a lo grande con un espectáculo conducido por María del Monte.