Mägo de Oz llega a Sevilla este sábado con su tour «apocalíptico»

Un futbolista del madrileño barrio de Begoña que se decanta por las baquetas de su batería, tres jóvenes que se hacen llamar Transilvania en la década de los 80 y unos cuantos más que terminan por constituir la formación definitiva: Mägo de Oz. Así fueron los comienzos de un grupo que mudaría su piel en diversas ocasiones , pero que no dejaría de actuar. Llegaron los triunfos, las polémicas y la verdadera cima, reservada en exclusiva para los artistas más carismáticos: el poder de las gradas. Algunas de sus melodías más airosas llegarían a sonar con la letra cambiada en estadios , juergas multitudinarias y reuniones salvajes hasta día de hoy, perdiendo de esta forma la autoría de una creación que dejó de ser suya para convertirse de todos: «Fiesta pagana» .

Su apuesta solo podríamos definirla como heterodoxa. Mezcla de hard rock con folk, música celta, clásica y algo de pop convergen en una estética radicalmente particular que ha cultivado una legión de seguidores. Así se han ido sucediendo unos miembros y otros, hilvanando discos con espectáculos, recopilatorios e himnos para saltar con los brazos elevados con los que muchos se han sentido identificados, como «Molinos de viento» , «La costa del silencio» y «Hasta que el cuerpo aguante» , entre otros. Su trabajo discográfico más reciente es «Ira dei», publicado en 2019.

Con millones de copias vendidas alrededor del mundo, su fama vadeó el océano entre finales de los 90 y principios de los 2000, con la aparición de «Finisterra» y «Gaia». Txus di Fellatio , aquel portero de fútbol sala que acabó como baterista tras operarse de una lesión en los codos, es el único componente del Mägo de Oz que continúa de la agrupación original . Javier Domínguez, conocido como «Zeta», es el vocalista desde la salida de José Andrëa en 2011. Junto a los otros ocho instrumentistas actuales, prometen una cita con los gritos frotados, coros jadeantes a pie de pista y bailes cabales e indómitos.

En el programa, también está anunciado Rare Folk, que asistirá como telonero en el auditorio sevillano. No espere a unos jóvenes de Tomares presentándose en público, sino más veteranía que seguramente será del gusto de los adeptos a la música de Mägo de Oz , con quienes comparten numerosos conceptos, ya que sus inicios se remontan a los años 90. «Psycho celtic» puede ser un tema adecuado como previa antes de asistir este sábado a un concierto, ante todo, de extrañas amalgamas musicales. Algo así como el apocalipsis.