Episodios locales
Sor Ángela, camino de los altares
El proceso de beatificación de la fundadora del instituto religioso de la Compañía de la Cruz lo abrió el cardenal Bueno Monreal en la parroquia del Sagrario tal día como hoy hace 65 años
Portada del 6 de diciembre de 1960 con el inicio del proceso de beatificación de Sor Ángela
Inolvidables fueron la beatificación en el campo de la Feria el 5 de noviembre de 1982 a cargo del Papa Wojtyla y los fastos por la canonización en Madrid en mayo de 2003, que incluyeron la multitudinaria procesión con el cuerpo incorrupto de Madre Angelita ... desde la casa madre, en la calle que lleva su nombre, hasta la Catedral para el triduo que se le dedicó a la nueva santa de la Iglesia. Pero pocos guardarán memoria de que todo comenzó hace 65 años. No está de más recordarlo cuando la compañía celebra un año jubilar por el sesquicentenario de su fundación en 1875.
El domingo 4 de diciembre de 1960, el cardenal Bueno Monreal abrió oficialmente la causa de beatificación de la fundadora de la Compañía de la Cruz en la parroquia del Sagrario. El templo estaba abarrotado de fieles. La superiora general, madre Marciala de la Cruz, estuvo presente con un puñado de hijas espirituales de Sor Ángela de la Cruz Guerrero. También el exministro del Aire, el teniente general González Gallarza. Tras el canto del 'Veni creator' y la lectura de las cartas remitidas desde el Vaticano, se tomó jura a todos los oficiales de la causa.
El vicepostulador, el jesuita Bernabé Copado, presentó la relación de testigos, citados el día 9 para tomarles declaración de supuestos favores concedidos por intercesión de la hoy santa. Entre ellos muchos nombres de alcurnia como la duquesa de Osuna, la marquesa de Villapanés, los hermanos Leopoldo y Luis Parias Calvo de León, María del Pilar León, María Fernández de la Puerta o Manuel Beca Mateos, pero también religiosos como el capellán real José Sebastián y Bandarán o los jesuitas Adolfo Chércoles, Luis González Nandín y Félix Sánchez-Blanco Parody, además de una docena de hermanas de la Cruz, muchas de las cuales habían convivido con sor Ángela.
El cardenal recogió en sus palabras el sentir de los sevillanos: «Vamos a buscar, a investigar la verdad; vamos a ver si consta ciertamente que aquella sevillanita sencilla, aquella Madre Angelita que recorría las calles de Sevilla con ese paso quedo, desapercibido y humilde, ha tenido ciertamente toda la heroicidad de virtud cristiana para que merezca para ella el honor de los altares».
Proceso iniciado
Se tomó jura a los oficiales de la causa y se citó a los testigos de los milagros para el viernes 9 de diciembre
Los presentes lo tenían claro: «Estoy seguro que todos los que la trataron sintieron en su corazón ese toque de la gracia que iba difundiendo ella con su sencillez, con su humildad, con su pobreza, con su alegría, con su paz franciscana, transfundiendo ese buen aroma de Cristo». «No podemos todavía decirlo mientras la Iglesia no lo proclame. Pero sentimos vivas ansias de pedirle al Señor que acelere la hora de su beatificación», dijo.
En realidad, el reloj avanzó deprisa. Las causas de santidad de Spínola y de sor Ángela corrieron parejas aquel otoño de 1960, pero la fundadora aventajó en cinco años al cardenal en su beatificación, acaecida en 1987. Para 2003 ya estaba inscrita la zapaterita en el santoral.
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