Por qué Sevilla está de moda

Que Sevilla sea sede en los últimos años de los Premios MTV, los Grammy Latinos, los Goya, un desfile de Dior, varias finales consecutivas de la Copa del Rey, encuentros de una Eurocopa de Fútbol o una final de la Europa League, la final de la Copa del Mundo de tenis femenina; o albergue cadenas hoteleras de lujo como Radisson o Hyatt, la Agencia Espacial Española o más de medio de millar de empresas tecnológicas y científicas en uno de los parques empresariales más importantes del país y el primero de Andalucía, no es casualidad. Sevilla está de moda.

El primer factor distintivo de Sevilla es su historia. Tantas centurias y culturas a sus espaldas han impregnado la ciudad hasta el punto de armar un vasto patrimonio, que tiene su epicentro en un tridente Patrimonio de la Humanidad: Catedral, Archivo de Indias y Real Alcázar. El Casco Histórico, con casi cuatro kilómetros cuadrados de extensión, es el más grande de España y uno de los mayores de Europa. Sólo ciudades como Venecia o Génova están por delante. A ello se le puede sumar, por ejemplo, la segunda pinacoteca más importante de España, el Museo de Bellas Artes.

En 2019, el año antes de la pandemia, la Catedral batió su récord de visitas. Rozó los 2,3 millones. Empataba con el Taj Mahal, el mausoleo de la India considerado una de las siete maravillas del mundo. Y se acercaba al Partenón de Atenas y la Torre de Londres (2,7 millones). En España, se situaba detrás de la Sagrada Familia (4,5 millones) y de la Alhambra, con 2.761.500 entradas.

El Real Alcázar, el Palacio Real en uso más antiguo de Europa, es un compendio artístico: arte islámico, mudéjar, gótico,... abierto a todos. Juego de Tronos, hoy de nuevo protagonista por la última campaña turística de la Junta de Andalucía, convirtió al Alcázar en el Reino de Dorne. Millones y millones de espectadores, de todo el mundo, pudieron apreciar esta joya.

No es de extrañar que firmas como Dior o revistas como Vanity Fair, por ejemplo, pongan sus ojos en este Palacio Real para celebrar cenas de galas y eventos. Tampoco desaprovechan su oportunidad los organizadores de los Latin Grammy. Sevilla está de moda.

Otros datos que enfatizan el valor del patrimonio de la capital del sur de España. Sólo el Alcázar fue escenario en los últimos cinco años más de 150 rodajes y filmaciones.

Del patrimonio permanente al efímero. Sevilla cuenta con otro tridente que la fortalece frente a las demás ciudades: Semana Santa, Feria de Abril, y los toros, los tres principales eventos que celebra la ciudad anualmente y que atrae a visitantes de otros rincones del mundo, sobre todo, la Feria y los toros. El atractivo de lo singular.

Dejando lo meramente lúdico aparte, la semana de farolillos convierte a Sevilla en un zoco de negocios, como demuestran las reuniones de empresas, nacionales e internacionales, en las casetas. Los datos son contundentes: el impacto económico de la Feria supera los 930 millones. En 2023, por la portada se contabilizaron más de dos millones de movimientos de personas. Y del Real de la Feria a la Real Maestranza. La temporada taurina en Sevilla está marcada en el calendario de muchos aficionados, nacional e internacional, como demuestra el público de América que viaja a la ciudad para disfrutar de las grandes tardes de las figuras del toreo.

Nadie pone en duda la capacidad organizativa de la ciudad. Da igual el tamaño del evento que propongan. Desde el Sicab hasta los Premios MTV en 2019, pasando por los Goya y, este mes, los Premios Latin Grammy. El Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) cerró 2022 con casi un centenar de congresos y casi un millón de visitantes. Superó los 182,5 millones de impacto económico.

Los eventos citados son la prueba más evidente de la proyección internacional de la ciudad y su imagen. Es la primera vez que los galardones más prestigiosos de la música latina no se entregan en Estados Unidos.

Si Juego de Tronos hizo del Alcázar su Reino, la prestigiosa Dior convirtió la Plaza de España, símbolo de la Sevilla de 1929, en su mejor pasarela. Esas históricas imágenes impactaron en el mundo de la moda.

Y si hay un ámbito en el que la ciudad puede presumir de estar de moda es en el futbolístico. Tres estadios con gran capacidad y con proyectos encima de la mesa para ser mejorados cuantitativamente y cualitativamente. Dos equipos que reúnen a casi 100.000 aficionados para ver los partidos y que llevan el nombre de la ciudad, año sí y año también, por el Viejo Continente y allá donde jueguen.

Sevilla, de forma consecutiva, lleva un lustro acogiendo la final de la Copa del Rey. Ha sido sede de partidos de la Selección Española, de encuentros de la última Eurocopa y final de la Europa League. Y el estadio de la Cartuja, donde esta semana se celebrará la final de la Copa del Mundo de tenis femenino, aspira a ser sede del Mundial de Fútbol de 2030, que organizará España, junto a otros países.

La historia y el patrimonio, los rodajes, congresos y eventos, las tradiciones y el fútbol están hilvanados por el hilo turístico. Todos son motivos de flujos de personas hacia la cuidad. Y aunque el atractivo turístico de Sevilla nunca pasó de moda, vive una etapa dorada, sólo interrumpida temporalmente por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, esto no frenó el interés del sector por la ciudad, como refleja el incremento continuo de la planta hotelera y, especialmente, de los establecimientos de cinco estrellas o gran lujo que han abierto en los últimos meses y los que se vislumbran en el horizonte no tan lejanos: Altadis, la antigua sede de Comisiones Obreras de la Plaza del Duque, la comisaría de La Gavidia, el edificio Generali de la Plaza Nueva, el Banco Popular de la Avenida de la Constitución o la antigua Sala X de la calle Trajano.

Un dato que apuntala el buen momento que vive el sector hotelero en Sevilla es que cadenas tan prestigiosas como Radisson o Hyatt han desembarcado en la ciudad. Incluso, la lujosa Mandarin Oriental previsiblemente gestione el hotel de la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios.

El otro trampolín para el turismo ha llegado desde el aeropuerto de San Pablo. Los ochenta millones invertidos en su reforma y ampliación comienzan a reflejarse en los resultados. En los nueve primeros meses del año, el aeródromo de Sevilla contabilizó casi seis millones de pasajeros. Y el abanico de los destinos siguen abriéndose. El objetivo sigue siendo el mismo: cruzar el charco hasta Estados Unidos. La guinda del pastel.

No obstante, los efectos del turismo también están sobre la mesa para que las administraciones y el sector tomen las medidas oportunas para salvar a la gallina de los huevos de oro de morir de éxito. Precisamente, este debate sobre la gestión del turismo ha marcado el nombramiento este 2023 de Sevilla como Capital Europea de Turismo Inteligente, cuyos ejes estratégicos han sido la digitalización, la accesibilidad y la sostenibilidad, la innovación y la buena gobernanza de los datos que ofrecen los turistas, aunque desde la Sevilla City Office se prefiere hablar de visitantes, que engloba también a los sevillanos que disfrutan de lo que todo lo que ofrece la ciudad.

Y esa gestión inteligente del turismo y, por ende, de la ciudad, hay un movimiento que marca que Sevilla está aprendiendo. La ciudad ha apostado definitivamente por abrazar al río Guadalquivir, verdadera arteria de la capital.

Los proyectos, algunos de ellos en plena ejecución, del Jardín de las Cigarreras, junto al puente de Los Remedios; Altadis en la antigua Tabacalera, en el mismo barrio; y el Paseo de La O son un espaldarazo definitivo a reactivar la margen derecha del río, el lunar negro junto al Guadalquivir, en contraposición con la orilla izquierda, por la que puedes ir paseando desde el muelle de las Delicias hasta San Jerónimo.

El proyecto del Paseo de la O está impulsado por las administraciones públicas, Junta de Andalucía y Ayuntamiento van de la mano. Por su parte, el Jardín de las Cigarreras y la transformación de los terrenos de Altadis son de iniciativas de promotores privados, que demuestran que el mundo empresarial mira a Sevilla frente a frente.

«Estamos en disposición de sentirnos orgullosos, además de nuestra historia, cultura o gastronomía, de nuestro tejido empresarial». Son palabras del director general del Parque Científico y Tecnológico Cartuja, Luis Pérez. Sevilla está cambiando y también lo hace en el ámbito empresarial y económico. Ha sido capaz de diversificar su oferta de productos y servicios, imprimiendo innovación en todo ello.

El PCT Cartuja cumple 30 años y lo hace en inmejorables condiciones y las expectativas están en consonancia. El año 2022 se cerró con 557 entidades instaladas, que generaron 29.159 empleos directos y una actividad económica de 4.490 millones (equivalente al 9,77% del PIB de la provincia de Sevilla y al 2,36% del PIB andaluz). El Parque Tecnológico de Málaga cuenta con 653 empresas, que generan 24.396 empleos y una facturación de 2.790 millones.

Se ha activado una ampliación de los suelos del PCT Cartuja de unos 128.000 metros cuadrados. En paralelo, se está trabajando en proyectos estratégicos que también inciden en la captación del interés de nuevas empresas. Aquí destaca 'eCitySevilla', una ambiciosa iniciativa público-privada impulsada por el PCT Cartuja, Endesa, Junta de Andalucía y Ayuntamiento que plantea el desarrollo en Cartuja de un modelo de ciudad en ecosistema abierto, digital, descarbonizado y sostenible en 2025.

Pero si hay algo que caracteriza a este parque científico y tecnológico es la intensidad del gasto en innovación. La inversión en I+D+i en el PCT alcanzó en 2022 un total de 225,8 millones. En total, el 5% de la actividad económica del parque se corresponde con inversión en I+D+i. Según las últimas cifras de Eurostat, correspondientes al 2021, el gasto en I+D como porcentaje del PIB se situó en el 2,27% en el conjunto de la UE.

Según Luis Pérez, «nuestro objetivo no ha de ser sólo atraer a multinacionales, que es ciertamente importante, es que las empresas de capital sevillano y andaluz se conviertan en multinacionales».

Pero el crecimiento empresarial e industrial de la capital de Andalucía trasciende de los límites del PCT Cartuja. La apuesta desde hace años por el sector aeroespacial ha tenido como resultado más brillante la elección de Sevilla como sede de la Agencia Espacial Española, lo que pone a la ciudad en el mapa del sector europeo y mundial.

Al despliegue de compañías del sector aeronáutico en el entorno de San Pablo, se le suma la fuerte presencia en Sevilla de multinacionales que ven en esta tierra el lugar adecuado para expandir sus negocios. Lo están haciendo fondos de inversión de Holanda, Bélgica, Reino Unido, Francia, Polonia, Canadá, Oriente Medio y Corea, interesados en proyectos inmobiliarios, como quedó reflejado en la I jornada internacional de Sevilla City One.

Hasta la Comisión Europea ha decidido apostar por Sevilla y va a levantar aquí el centro Joint Reseacrh Center (JRC), que acogerá, entre otros, el Centro Europeo para la Transparencia Algorítmica.