Un investigador se basa en un documento para certificar que Miguel de Cervantes era natural de Córdoba

Dicho argumento se basa en el estudio de un documento fechado en 1593 que lleva por título 'Proceso seguido a instancia de Tomás Gutiérrez contra la Cofradía y Hermandad del Santísimo del Santísimo Sacramento del Sagrario de la Santa Iglesia Mayor de esta ciudad sobre el recibimiento de aquel en dicha confradía'. Se trata de un proceso donde testificó Miguel de Cervantes en defensa del acusado. En los folios aparece su firma y además el escritor certifica que es natural de Córdoba.

Estas conclusiones las ha presentado este miércoles De Contreras y Saro en el Ateneo de Sevilla en un acto organizado por el director de la Asociación de Cervantistas de Sevilla, que preside Rafael Raya Rasero y que llevaba por título 'Don Miguel de Cervantes y sus homónimos; nuevas aportaciones a su biografía'. La conferencia estuvo dedicada a Adolfo Rodríguez Jurado, que fue el que originariamente descubrió el documento en el año 1914. Los avatares del destino causaron que este permaneciera perdido un siglo hasta que la Universidad de Sevilla -que es quien lo posee en sus archivos- lo diera a conocer de nuevo en el año 2016.

Comenta a ABC este investigador y descendiente directo del político Práxedes Mateo-Sagasta que «a pesar de conocerse este documento en 2016 no se había realizado un estudio serio el mismo». Continúa diciendo que ese proceso de Tomás Gutiérrez contra la hermandad Sacramental del Sagrario de Sevilla se produjo en 1593 porque este tenía una casa de huéspedes en la que llegó a amenizar la estancia de sus clientes con algunas representaciones teatrales. «Los miembros de la hermandad piensan que Tomás Gutiérrez no reunía los requisitos para ser hermano y lo expulsan porque decían que no era un hermano serio y además confunden la casa de huéspedes con una posada».

En ese documento de 1593 es donde aparece la figura de Miguel de Cervantes, que ejerció como testigo a en favor de Gutiérrez. José de Contreras y Saro piensa que este pudo ser cliente de Tomás Gutiérrez, llegando a representar alguna obra en su casa de huéspedes. El proceso se produjo para la restitución del honor del acusado. «Cuando Cervantes testifica ofrece una serie de datos sobre su identidad y naturaleza que van en contra de lo que se conoce hasta ahora. Él dice que es natural de la ciudad de Córdoba y vecino de la villa de Madrid. Asegura igualmente que tanto su padre y su abuelo colaboraron con el Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba. Ese era un cargo de prestigio porque era un reconocimiento público de limpieza de sangre. Ese proceso lo ganó en primera instancia Gutiérrez y al final consigue que lo admitan de nuevo como hermano en la Sacramental bajo pena de excomunión del que no lo reconociera», afirma este genealogista.

Otro dato curioso es que el Miguel de Cervantes que participa en este proceso dice tener 46 años en 1593. El documento está firmado el 4 de junio de 1593. El Cervantes bautizado en Alcalá de Henares el 9 de octubre de 1547 tenía en ese momento 45 años, luego era un año menor. Los padres de ambos se llamaban curiosamente Rodrigo de Cervantes y eran primos hermanos. Tradicionalmente se ha dicho que el padre de Cervantes era cirujano en Alcalá de Henares, pero este documento vincula al padre del Cervantes de Córdoba al Santo Oficio de esta ciudad.

Ante la existencia de varios Cervantes se decide constituir el Equipo de Investigación Memoria de Cervantes, que coordina José De Contreras y Saro. Pertenecen también a dicho equipo Javier Serrano Pinteño, Isamar Cabeza e Inés Oucherfi. «Entre todos los miembros nos hemos coordinado y hemos peinado distintos archivos y documentos. Bajo el prisma de la homonimia descubrimos varios Miguel de Cervantes», asegura este investigador. De hecho, descubrieron la existencia de un tercer Miguel de Cervantes que fue bautizado en Alcázar de San Juan en 1558 y que era sobrino carnal del nacido en Córdoba. «Podemos documentar que existieron tres Miguel de Cervantes que la historiografía ha confundido y que ha ignorado. Los ha confundido por fundirlos en una sola biografía. En algunos casos se habla de Miguel de Cervantes y en otros de Miguel de Cervantes Saavedra», dice De Contreras y Saro.

A partir de ahí se realizó un estudio de las firmas y encontraron hasta ocho tipos de firmas diferentes que se le atribuyen al mismo Miguel de Cervantes. Estas se clasificaron en tres grupos. «A raíz de esas firmas distinguimos que existieron tres Miguel de Cervantes. Las firmas se solapan unas con otras. Una de ellas sí evoluciona, la del natural de la ciudad de Córdoba, que coincide con el documento de Tomás Gutiérrez».

Descartado por edad el Cervantes nacido en Alcázar de San Juan, la duda era saber cuál de los otros dos era el gran escritor. Además, estos participaron en la batalla de Lepanto y estuvieron presos en Argel, pero no en las mismas fechas. El investigador madrileño asegura que «sólo hay un Cervantes que en un mismo documento da los siguientes datos biográficos: de dónde es natural, de dónde es vecino, cuál es su oficio y la relación con las comedias y los autos. Este es el de Córdoba». De hecho, ante la cuarta pregunta que le hace el juez en el proceso de Tomás Gutiérrez, se dice de Cervantes que «como a persona estudiosa que ha compuesto autos y comedias muchas veces sabe que el origen de las comedias y que en tiempos antiguos no se tuvieron por infames (...)».

Del documento que Adolfo Rodríguez Jurado descubrió en 1914 se hizo eco en su momento la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. «Poco después se lo roban. Los nietos de Luis Montoto donan su archivo a la Universidad de Sevilla en 1983 y ahí estaba el documento, pero hasta 33 años después no se supo de su existencia, porque en 2016 fue cuando la Hispalense clasificó este archivo. Hoy en día, este documento está guardado en un armario de alta seguridad», concluye José de Contreras y Saro.