Tengo la impresión de que Sevilla no tiene conciencia de lo que posee con la Fábrica de Artillería, de lo que no ha sabido aprovechar. Acostumbrados a la cotidianeidad de lo extraordinario pasamos a su vera sin percatarnos de su valor histórico, de su imponente ... producción e importancia estratégica. En desuso desde 1991, la ciudad indolente la olvidó hasta 2018 cuando comenzó su consolidación y restauración. Queda mucho por recuperar para poder disfrutar de sus 22.000 metros cuadrados,-más del doble de la superficie de las Atarazanas-, y menos tiempo para hacer de este espacio singular una referencia de la ciudad. 'La Fábrica' no puede ser sólo un contenedor cultural sino la catedral civil del talento de Sevilla.
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