Sevilla
Emasesa reducirá la presión del agua del grifo si continúa la sequía en 2024
El informe de la empresa metropolitana prevé ya medidas más severas como la limitación del uso del agua potable
Sevilla no saldrá de la sequía pese a que el invierno será más lluvioso de lo normal
Las quince obras en las que está trabajando Emasesa contra la sequía en Sevilla
La presión del agua del grifo podría verse alterada si continúa la sequía en 2024
Las previsiones de Emasesa de cara al año que viene son preocupantes, teniendo en cuenta la situación de los pantanos y que, pese a que se espera un invierno algo más húmedo de lo normal, no se espera que permita salir ... de la sequía. Por ello, el Consejo de Administración de la Empresa Metropolitana de Aguas de Sevilla ha abordado este miércoles un informe que pone de manifiesto, en primer lugar, el nivel de capacidad de los embalses y, después, las previsiones meteorológicas de cara al próximo trimestre, las obras que se han hecho para paliar los efectos de la sequía y las medidas a adoptar en caso de que se cumplan las previsiones. Es aquí donde ya se plantea por parte de Emasesa limitar de forma más severa el consumo de agua potable y la reducción de la presión en la red de distribución.
El estado actual de emergencia por sequía establece como objetivo -no como obligación por ahora- reducir el consumo del sistema hasta un 10%. Hasta ahora, con respecto a 2019, gracias a la concienciación con las distintas campañas de Emasesa y otras medidas se ha logrado reducir hasta un 5,2% respecto a 2019.
Y, de cara al futuro, de persistir esta situación, se han definido una serie de líneas de trabajo para duplicar ese ahorro, con medidas progresivas: mayor control, potenciación de los canales de comunicación de atender al usuario por consultas y denuncias por sequía, bando de obligación a los usuarios para reducir al 10% el consumo o potenciación de las campañas de concienciación e información en los medios de comunicación. Y, por último, proyecta ya establecer en futuros bandos limitaciones más severas al uso de agua potable a las actuales. También, la reducción de la presión en la red de distribución durante horarios de baja demanda.
El fantasma de los cortes de agua empieza a amenazar ya a Sevilla, que aún tiene el recuerdo de la sequía que sufrió la ciudad entre 1991 y 1995. Esta crisis hídrica es la peor que se conoce, tal y como la define Emasesa en el informe, aunque la situación de los pantanos gracias a las nuevas infraestructuras están soportando la caída de las aportaciones. Lo sevillanos, hace 30 años, vivieron durante meses con medidas muy severas, como fue la propia reducción de la presión del agua del grifo, que sobre todo afectaba a las plantas más altas de los bloques de pisos a las que apenas les llegaba un hilo de presión.
Potabilidad del agua
El informe de Emasesa explica que la disminución de los recursos lleva aparejado, además, un empeoramiento de la calidad de los mismos, por el incremento de la materia orgánica presente en las aguas embalsadas. Por ello, la empresa ha ejecutado con fondos propios numerosas mejoras en el sistema de potabilización y distribución del agua potable.
Sin embargo, aún es necesario la remodelación y adecuación de la instalación de la ozonización, que permitirá tratar agua con más agua de peor calidad fruto de la reducción de cota en los pantanos o la utilización incluso del propio río Guadalquivir.
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