El Alcázar de Sevilla proyecta abrir el acceso a la muralla de la plaza del Triunfo desde el Patio de Banderas

El principal obstáculo para ello radica en la titularidad de estas casas, que es estatal. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, manifestó en una rueda de prensa celebrada el jueves en el propio Patio de Banderas su pesar por la dejadez del Gobierno, que tampoco atiende a las solicitudes de cesión de las casas por parte del Ayuntamiento para que este pueda encargarse de su mantenimiento y gestión.

La intención del Consistorio y la dirección del Alcázar no es conseguir todos la propiedad de todos inmuebles, sino de los que se encuentran en los números 1, 10 y 12 del Patio de Banderas, cada uno de ellos por motivos muy específicos que a medio-largo plazo contribuirían a la puesta en valor del Alcázar y a reparar los daños estructurales de algunas de sus zonas de mayor valor histórico y arquitectónico.

El primero de ellos, el número 1, se encuentra bajo el arco de entrada al propio patio desde la plaza del Triunfo, a mano derecha. El objetivo es abrirlo para que sirva como acceso a la muralla, volviéndola transitable, incluidas las torres. Esto haría posible que los visitantes recorran toda la parte que da a la propia plaza y admiren las privilegiadas vistas del entorno de la Catedral y la Giralda, a cuyo conjunto catalogado como patrimonio de la humanidad por la Unesco —Catedral, Alcázar y Archivo de Indias— pertenece también el palacio real, por donde pasa una gran cantidad de transeúntes tanto locales como foráneos a diario.

Esta casa, que se encuentra cerrada, necesitaría una reforma y labores de acondicionamiento que permitieran abrirla como la mencionada vía de acceso para subir al tramo de muralla. Su estado de conservación no preocupa especialmente, como sí ocurre con otros inmuebles del recinto, cuyos daños afectan no sólo a las propias casas, sino a la integridad de otras estancias adyacentes de un valor incalculable.

El caso de la casa número 10 del Patio de Banderas es el más alarmante de todos. El alcalde ya avisó de que el Ayuntamiento está estudiando la posible expropiación de la misma porque su situación ruinosa es seria e insostenible. El inmueble se sitúa al fondo del patio, sobre la cocina del Maestre y el patio del Yeso, a los que está afectando muy negativamente desde hace mucho tiempo sin que hasta ahora se haya puesto remedio.

Concretamente, la cocina del Maestre se encuentra completamente apuntalada por peligro de derrumbe, con su artesonado de finales del siglo XVI muy dañado. Hay filtraciones de agua y sobre su techo, del que ha habido desprendimientos, recae un enorme peso procedente de la casa número 10, que se sitúa justo encima. No se puede afrontar ningún tipo de actuación en la estancia sin intervenir el inmueble superior. La ausencia de medidas de mantenimiento y conservación ha desencadenado en la frágil situación actual, a la que ha tenido acceso ABC.

Colindante con esta sala y comunicado con la misma a través de una ventana se erige el denominado como patio del Yeso, de singular valor, una de las joyas más antiguas —data de los siglos XI y XII— a la vez que escondidas del Alcázar, puesto que no recibe visitas de forma habitual. La belleza del arte andalusí que llena este enclave del palacio se ve lastrada por los serios daños que saltan a la vista en cuanto se pone un pie en el mismo. Las columnas sobre las que descansan los arcos polilobulados están vencidas y han perdido su rectitud por el esfuerzo que hacen al soportar la carga del inmueble superior, mientras que la fachada de la pared que comparte con la cocina del Maestre se encuentra llena de grietas de gran tamaño que hacen temer por la integridad de la edificación.

Por todo ello, la prioridad del Ayuntamiento y la dirección del Alcázar por hacerse con la titularidad o la cesión de la casa 10 del Patio de Banderas se corresponde con la «responsabilidad patrimonial» y la urgencia de actuación por la afección en las valiosas estancias ya mencionadas. En este caso, se desarrollaría un proyecto de reforma integral que sacase al inmueble de su actual estado ruinoso y permitiese a su vez rehabilitar tanto la cocina del Maestre como el patio del Yeso.

La casa número 12, ubicada en el lado derecho del Patio de Banderas conforme se entra desde la plaza del Triunfo, justo antes del arco que da acceso a la calle Judería, es otra de las que está en el punto de mira del Consistorio por su situación de ruina. El Alcázar ha recibido numerosas quejas de los vecinos acerca del estado del inmueble, lleno de escombros, cuyo estado de abandono se puede observar en la misma fachada, en la que abundan los desconchados.

Por ello, también se encuentra actualmente trabajando con objeto de poder realizar alguna actuación que salve a la vivienda y permita su rehabilitación. El inmueble se encuentra en vía de un expediente de policía edificatoria por parte de la Gerencia de Urbanismo debido a su mal estado de conservación y a la falta de condiciones de seguridad y ornato del mismo, por lo que se ha propuesto al Gobierno —sin respuesta por el momento— la cesión del edificio para rehabilitarlo, asumiendo la Delegación de Patrimonio Municipal los gastos que ello conllevase. La idea es destinar la casa a dependencias municipales de uso administrativo.

Otro de los proyectos del Alcázar es el de acabar con las largas colas de turistas esperando al raso en mitad de la calle para acceder al monumento. Así, se plantea convertir las casas número 7 y 8 en un centro de interpretación para visitantes que incorpore esas mismas taquillas para acoger a los mismos en los minutos previos al acceso. Este proyecto, que ha llevado su tiempo, ya está licitado. Cabe recordar que estas casas, fundamentales por tratarse del germen del palacio de Al-Mutamid del siglo XI, forman parte del patrimonio del Alcázar desde 2022.

Estos inmuebles se encuentran pasando la casa 10, es decir, adentrándose en el callejón donde actualmente comienzan las colas para sacar o presentar las entradas del monumento. Desde el Alcázar también proyectan la incorporación de parte de una de las casas contiguas, que actualmente cuenta con una inquilina, apenas unos pocos metros cuadrados pero con mucha vinculación con el primitivo palacio, aunque aún no cuentan con dicha estancia.

Todos estos proyectos, en línea con otros hitos alcanzados en los últimos años, como la restauración integral del patio de las Doncellas, la rehabilitación del Cenador de Carlos V o la reciente apertura de la cripta del Patio de Banderas, buscan avanzar en la conservación del Alcázar y revalorizar los variados y ricos espacios del monumento. Un monumento al que aún se le puede sacar mucho más partido y que, por el contrario, lleva años lastrado por el abandono y la inoperancia de la Administración central.