Proyecto Stirling: así eran los «rascacielos» que Sevilla quiso en Nervión hace 25 años

Aquél primer año de la década de los 90 , Sevilla se preparaba para el acontecimiento que cambiaría su piel, la mayor transformación de la ciudad desde que la ciudad se desparramó más allá de sus muros y tiró sus puertas. Con la Exposición Universal de 1992, los sevillanos buscaron la modernidad . Se crearon nuevos barrios, se abrió el centro al río, se construyeron Santa Justa... Nervión no se quería quedar atrás, y fió su cambio al ambicioso proyecto firmado por el arquitecto inglés Stirling : dos torres, aparcamientos, centro comercial y un hotel de lujo.

El primer problema que se encontró el proyecto fue el PGOU . El plan de ordenación urbana de la ciudad ponía ciertos requisitos como que la construcción tuviese un número mínimo de zonas verdes . El arquitecto casi dobló la extensión mínima de jardines sobre el plano, pero se valió de un truco: los diseñó no a pie de calle, sino como parques elevados. Y no coló, así que le pararon la obra . Meses de arreglos y negociaciones en el Consistorio para desbloquear la construcción.

El proyecto se fue dilantando en el tiempo y la «piscina insalubre», de la que daba fe ABC de Sevilla en esos años (ya eran mediados de los 90), llegó a albergar aves y nidos de especies protegidas. Una foto de operarios del Ayuntamiento en barca rescatando pájaros y huevos del la fosa inundada y llena de plantas da una idea del estado de abandono de la obra. Ya era 1996. Aves en invierno. Mosquitos en verano. Eso quedaba entonces del proyecto junto al Pizjuán. Por entonces muere además el arquitecto, que nunca sabría que su proyecto no llegó a nada.

Finalmente sí que se construyó algo en la zona . Pero es un conjunto descafeínado de lo que en principio diseñó el arquitecto inglés que dio nombre el proyecto (y que, dicho sea de paso, murió antes de ver cómo su idea devenía en un centro comercial más bajo que el estadio junto al que se ubicaba ). El Nervión Plaza, solución de consenso para no herir sensibilidades. Y ni aún así paró la mala suerte, porque, como recogía ABC de Sevilla , la estructura del edificio se derrumbó cuando por fin, en 1997, arrancaron las obras. Un año después se inauguraría - el 18 de marzo de 1998 -, cerrando esta historia de lo que pudo ser y no fue junto al campo del Sevilla.