Este es el hábito que dispara el riesgo de sufrir cáncer de páncreas, uno de los más letales

En 2025 se estima que habrá 10.338 casos nuevos de este tipo de tumor (5.055 mujeres y 5.283 hombres), lo que sitúa al cáncer de páncreas como el quinto cáncer más frecuente para ellas y el octavo para ellos. Por edades, se estima que el grupo con mayor incidencia es el de 50 a 69 años con un 37,7%; seguido del de 80 años o más con un 29,6%, casi empatado con el de 70 a 79 años con un 29,5%. Por último, se sitúa el de 0 a 49 años con un 3,2%.

Es también uno de los cánceres de peor pronóstico y más mortales. En 2022 se contabilizaron 7.973 defunciones (16 por cada 100.000 personas/año), 4.006 en hombres y 3.976 en mujeres. Se trata del cuarto cáncer más mortal en ambos sexos. En los hombres, la tasa ha crecido un 0,7% de forma anual entre 2004 y 2022 mientras en las mujeres el aumento ha sido aún mayor, de un 1,5% anual. Por edades, son los mayores de 80 años los que tienen la cifra más alta de defunciones, un 33,9%, frente al grupo de 50 a 69 años, con un 32,3%, el de 70 a 79 años, con un 30,6% y el de 0 a 49, con un 3,2%.

La supervivencia a los cinco años del diagnóstico en este tipo de cáncer, según los últimos datos que se manejan (2013-2017), es mayor en las mujeres (12,1%) que en los hombres (10,3%).

El factor de riesgo mejor conocido del cáncer de páncreas es un hábito que podemos evitar: el tabaco. En este sentido, REDECAN y SEOM advierten de que el riesgo de padecer este cáncer se duplica e incluso triplica en los fumadores y que el abandono del hábito tabáquico provoca una disminución de esas probabilidades.

La obesidad, el déficit de ejercicio físico, el consumo elevado de grasas saturadas y el bajo consumo de frutas y verduras también se han asociado con el cáncer de páncreas. Algunos estudios han observado una relación entre el consumo de alcohol y este tumor.

Seguir un estilo de vida saludable que incluya no fumar, seguir una dieta mediterránea con más frutas y verduras y menos azúcares y grasas, hacer ejercicio, evitar tener sobrepeso y reducir el consumo de alcohol pueden ayudar a reducir el riesgo.