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Dormir con la televisión encendida engorda

Mantener una gran cantidad de luz encendida mientras se duerme, como un televisor o una luz nocturna intensa, se asocia con un mayor riesgo de aumento de peso y obesidad

R.I

Las mujeres que duermen con el televisor o la luz encendida dentro de la habitación pueden tener un mayor de riesgo de engordar 5 kilogramos en un periodo de cinco años. Lo afirma un estudio publicado en «JAMA Internal Medicine» .

La obesidad es ya una epidemia mundial, sin excepciones, señala Dale Sandler , investigador principal del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental en Carolina del Norte y autor principal del estudio, y las cosas en las que generalmente «pensamos que deben emplearse para prevenir la obesidad son difíciles de seguir para algunas personas —comer una dieta mejor, hacer más ejercicio— y no parece que estemos logrado nuestros objetivos». Por eso, si los resultados de estos estudios son ciertos y se pueden reproducir, «estamos ante un mensaje de salud pública muy fácil: apaga las luces cuando estés durmiendo».

Los investigadores analizaron de cerca los hábitos de sueño de cada mujer y su riesgo de peso y obesidad durante un período de cinco años

El estudio involucró el análisis de datos sobre 43.722 mujeres, de 35 a 74 años de edad, en EE.UU. Los datos provinieron de un estudio de cohorte a nivel nacional llamado Estudio de Hermanas que inscribió a mujeres entre 2003 y 2009 e incluían información sobre los hábitos de sueño de cada mujer -si dormían con una pequeña luz nocturna o la televisión encendida-, y su índice de masa corporal (IMC).

El IMC, un cálculo derivado del peso y la estatura de una persona, se puede utilizar como una herramienta de detección de la grasa corporal y el riesgo de obesidad. Los hábitos de sueño se dividieron en cuatro categorías: sin luz, poca luz nocturna en la habitación, luz fuera de la habitación y luz o televisión en la habitación.

Las mujeres que reportaron de más de un tipo de luz artificial fueron categorizadas en el nivel más alto de exposición. Aquellas que durmieron con una máscara o que no reportaron luz mientras dormían se clasificaron como que no experimentaron exposición a luz artificial. Los investigadores analizaron de cerca los hábitos de sueño de cada mujer y su riesgo de peso y obesidad durante un período de cinco años.

Estamos ante un mensaje de salud pública muy fácil, apaga las luces cuando estés durmiendo».

Así, los investigadores encontraron que dormir con la tele o una luz encendida en la habitación se asociaba con ganar cinco kilogramos o más, un aumento del IMC de al menos un 10%, y un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad, en comparación con la no exposición a luz artificial durante el sueño. «Hubo una respuesta a la dosis, porque mientras más luz había en la habitación, más fuerte era la asociación» , dijo Sandler.

El estudio tuvo algunas limitaciones, incluyendo que solo se observó una asociación en los datos, no una relación causal. Se necesita más investigación para determinar si dormir con las luces encendidas podría causar un aumento de peso.

«Otra limitación es que nuestros datos se basan en autoinformes», afirma Sandler. Los datos sobre la exposición a la luz artificial durante el sueño y el aumento de peso fueron autoinformados y no se les preguntó a las mujeres por qué mantenían encendidas las luces mientras dormían.

Sin embargo, los hallazgos del estudio parecen coincidir con otra investigación independiente, incluido un estudio, publicado en el «Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism» en 2016, que vinculó el aumento de la exposición a la luz durante la noche con un aumento del 10% en el índice de masa corporal durante un periodo de diez años en adultos mayores.

La coautora, Chandra Jackson , afirma que para muchos de los que viven en entornos urbanos, la luz durante la noche es más común y debe tenerse en cuenta. Las farolas, los letreros de neón de las tiendas y otras fuentes de luz pueden suprimir la hormona del sueño –melatonina- y el ciclo natural de luz-oscuridad de 24 horas de los ritmos circadianos.

La exposición a la luz artificial durante la noche puede alterar las hormonas y otros procesos biológicos de manera que aumentan el riesgo de condiciones de salud como la obesidad

«Los humanos están genéticamente adaptados a un entorno natural que consiste en luz solar durante el día y oscuridad durante la noche -dice Jackson- La exposición a la luz artificial durante la noche puede alterar las hormonas y otros procesos biológicos de manera que aumentan el riesgo de condiciones de salud como la obesidad».

Por último, el autor principal, Yong-Moon Park , añade que la investigación sugiere una estrategia de salud pública viable para reducir la incidencia de la obesidad en las mujeres. «La dieta poco saludable y las conductas sedentarias han sido los factores más comúnmente citados para explicar el continuo aumento de la obesidad. Este estudio destaca la importancia de la luz artificial durante la noche y brinda a las mujeres que duermen con luces o la televisión encendida una forma de mejorar su salud».

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