Va al supermercado a comprar y lo que le pasa con una abuela lo deja muy tocado: «Le di mi teléfono»
Pablo quedó marcado por lo que le contó la señora mientras compraba fruta
Una uruguaya que vive en España, sorprendida con lo que hacemos en los balcones de nuestras casas: «Solo es posible aquí»
Va al supermercado a comprar y lo que le pasa con una abuela lo deja muy tocado: «Le di mi teléfono»
En una vida en el que todos vamos a un ritmo frenético y a veces es difícil conseguir calma, las pequeñas cosas, imprevistas o que confirman qué es lo realmente importante en la vida, son las que acaban marcando a muchos. ... En este sentido, las redes sociales son los perfectos espacios para compartir anécdotas que hacen reflexionar para que el aprendizaje llegue a más gente.
Estas situaciones pueden darse en cualquier espacio, como un supermercado. Allí mismo es donde hace unos días Pablo Oria, un joven madrileño, vivió algo que, como confiesa, le tocó en el alma. Él es un creador de contenido muy popular en TikTok, en cuya cuenta (@oriapablo) detalla su día a día haciendo sus pinitos para dedicarse a la interpretación.
«Me dio mucha penita, a ver si me llama», expone él por escrito junto a la publicación, que grabó un día después de quedar marcado por lo que le ocurrió mientras estaba en la sección de frutería de la tienda y que le llevó a grabarse con la historia. La publicación, por cierto, ha superado en poco más de una semana las 1,2 millones de visualizaciones.
«Me quedé sorprendido»
Así, como rememora Pablo, mientras pasaba por allí «me paró una señora mayor para que le ayudar a coger unas manzanas que estaban en la parte de arriba» y a las que no llegaba. «Por cosas de la vida, me quedé hablando un rato con ella y ya cuando me iba a ir me dio las gracias», expone, y ella acabó insistiendo en su agradecimiento porque le dijo que «hacía tres días que no hablaba con nadie».
«Me quedé sorprendido», confiesa el joven, que acabó sabiendo más de la vida de la señora. Ella le explicó que su marido había fallecido hacía un año y que su hijo vivía en Francia y «ni la llamaba». «Vamos, estaba sola y me dio tanta pena» pensar que no tenía ni a quién preguntarle que qué tal había ido el día, sigue sus explicaciones él, que revela que acabó volviendo para atrás para buscarla de nuevo con un objetivo claro: «le di mi teléfono».
El joven explica que «le dije que si en algún momento le apetecía, yo qué sé, aunque sea dar un paseo o hablar con alguien que me llamara». «Y aquí estoy: Esperando a que me llame», explica él un tanto nervioso y confiando que «es un poco raro, pero bueno... ya os contaré». Más de 8.000 personas han comentado la historia, con opiniones de todo tipo, aunque resaltan las positivas, como la de un internauta que recuerda que hay una asociación que se llama 'Adopta un abuelo' para ayudar a ancianos en soledad.
«Seguro que no quiere molestar», apunta otro mensaje, al que otro incide en que esta situación es la de la mayoría de adultos en España. Paula, que trabaja en un supermercado, asegura que «por desgracia hay muchísimas personas mayores, y no tan mayores, solas» y que «vienen al supermercado para hacer vida social, no solamente comprar».
Pablo, por cierto, ha subido más vídeos tras este, pero ninguno con novedades sobre la abuela, aunque él si hablado más del tema y ha contado que no sabe si será porque no quiere saber nada de él o porque le da apuro. En todo caso, también ha vuelto al supermercado, con su abuela, y el mismo día y hora que la semana anterior cuando la conoció para volver a encontrársela. Y, hasta ahora, sin suerte.
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