Así lo confirmaba la ministra española de Juventud e Infancia, Sira Rego, que aseguró hace unos meses que el Ejecutivo estudiaba adelantar la edad mínima para votar, como ya hacen en otros países como Bélgica, Alemania, Malta, Grecia o Austria. «Todo lo que sea adelantar la participación de los jóvenes, por ejemplo en eventos electorales, hace que la activación de la juventud en la política pública sea mayor», aseguró la política de Izquierda Unida hace unas semanas en un desayuno de trabajo junto a los ministros europeos de Educación y Juventud en Bruselas.
La exdiputada del Parlamento Europeo puso de ejemplo el caso de Austria, un país donde los adolescentes pueden votar desde los 16 años y «donde la vinculación a la política es mayor respecto a otros países, donde la edad de voto es posterior». Unas palabras que han traído de vuelta la posibilidad de adelantar la edad mínima también en España, para asemejarse a lo que sucede en otros lugares de Europa.
Aunque muchos consideran que esta medida puede ayudar a movilizar el voto de los jóvenes, no todo el mundo está de acuerdo con que los adolescentes de 16 años puedan votar en nuestro país. Según opinan algunos expertos, una inmensa mayoría de los niños de esta edad no tienen el conocimiento ni la experiencia necesaria para que su opinión política sea válida y, por esto mismo, no apoyan su implantación.
Un profesor, tajante sobre adelantar la edad mínima para votar en España
Uno de los que se ha pronunciado en X (antes Twitter) sobre la posibilidad de que se pueda votar a los 16 años ha sido Carlos, doctor en Lengua Española y profesor. Según ha insistido en un mensaje publicado en su cuenta, el debate sobre adelantar la edad mínima para votar «se resuelve invitándolos diez minutos a un 4.º de la ESO».
Muchos usuarios le han querido dar la razón a este hombre, asegurando que «lo que menos importa es la capacidad del votante y, lo que más, su pretensión de voto» y que las capacidades de cada uno no deben de la edad. Un mensaje al que el profesor ha querido responder recordando que «en algún punto hay que suponer, de manera general, esa capacidad formada e informada para votar con consciencia»: «De ningún modo ese punto pueden ser los 16», ha reconocido.
Otros tantos le han justificado que esto mismo podría pasar en un bar, en una clase universitaria o en casi cualquier sitio y que no por eso se prohibe que voten: «Gente madura y gente sin criterio la hay de todas las edades», le espetaba otro usuario. Carlos ha asegurado que «no se trata de que no haya ciudadanos de toda edad y condición que no voten con un criterio consciente», si no de «establecer en qué momento, y de manera general, ese criterio debería haberse podido alcanzar». «En mi opinión, no son los 16 años», ha concluido.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete