Niño Becerra pone fecha al fin de la subida del precio de los alquileres en España: «Entonces se estabilizarán»

En ese sentido, la combinación de una demanda creciente, la escasez de oferta y la falta de políticas eficaces ha provocado un encarecimiento constante del mercado, mientras que los sueldos se mantienen muy por debajo de lo necesario para afrontar estos costes. Lo que ha ocasionado que cada vez más ciudadanos se vean obligados a compartir piso, destinar más de la mitad de sus ingresos al alquiler o, directamente, renunciar a la posibilidad de independizarse.

En ese contexto de incertidumbre, el reputado economista Santiago Niño Becerra ha señalado, a través de una publicación en X (antes Twitter), los motivos de la actual situación y ha advertido que el futuro del mercado inmobiliario podría recordar a lo ocurrido en la crisis de 2008.

En la publicación, Niño Becerra descarta la existencia de una burbuja inmobiliaria como la que estalló en 2008. En su opinión, el problema radica en un desajuste estructural entre la oferta y la demanda. «Pienso que no hay burbuja en el mercado inmobiliario, lo que hay son precios desbocados porque la demanda residencial es mayor que la oferta y bastante demanda está motivada porque hay escasos lugares en los que invertir. Además, en algunos bolsillos sobra dinero», señala.

Es decir, el economista atribuye esta situación a dos factores principales. Por un lado, la falta de oferta de vivienda en alquiler debido a la escasez de construcción y a la retirada de viviendas del mercado por parte de propietarios que prefieren destinarlas a alquiler turístico o venderlas a precios elevados. Por otro, a la existencia de capital acumulado en determinados sectores que busca inversión en el ladrillo como un refugio seguro.

El economista ha marcado una fecha clave para el fin de la escalada de los precios de la vivienda. Sin embargo, su predicción no es precisamente alentadora.

Según Niño Becerra, el problema no se resolverá con medidas del Gobierno ni con un aumento de la oferta de viviendas, sino cuando la propia economía colapse. «Los precios de venta y de alquiler dejarán de subir cuando la demanda no pueda pagar más, entonces se estabilizarán, en las nubes». Esto significa que los alquileres seguirán subiendo hasta que los inquilinos ya no puedan asumirlos. En ese momento, se producirá un estancamiento en los precios, pero no una bajada, lo que condenará a muchas personas a seguir viviendo en condiciones precarias o a buscar soluciones alternativas.

Pese a la desalentadora predicción del economista, lo más preocupante es su advertencia final. En ese sentido, Niño Becerra cree que la situación actual podría desembocar en un escenario similar al de 2008, con graves consecuencias para el sistema financiero y la estabilidad social: «El problema: que la economía se caiga, que se produzca un rosario de quiebras, que el desempleo se dispare. Entonces la impagadosidad se disparará, lo que afectará a los bancos. Y llegará una oleada de desahucios. En parte, sí será como en el 2008».

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En otras palabras, el frenazo en la subida de los alquileres no será consecuencia de una mejora en el acceso a la vivienda, sino de una crisis económica generalizada. Si el desempleo aumenta y las empresas comienzan a cerrar, miles de inquilinos dejarán de poder pagar sus rentas, lo que provocará una ola de impagos y, en última instancia, desahucios masivos.