Un joven español con trastorno obsesivo compulsivo desvela el tiempo máximo que ha repetido una manía: «Aunque te rompas...»

El TOC se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusivos, que generan ansiedad o miedo, y por la necesidad de realizar conductas repetitivas para aliviar ese malestar. Aunque estas adicciones pueden brindar un alivio temporal, a menudo se vuelven tan intensas y frecuentes que llegan a dominar la vida de la persona. Este es el caso de Jaume Aymar, un joven productor y DJ catalán de 29 años, quien recientemente compartió su desgarradora experiencia con el TOC en el popular podcast 'Un Propósito', conducido por Kiko Martín.

Aymar, quien ha vivido con este trastorno desde los 12 años, fue entrevistado por Martín, quien le preguntó por el tiempo máximo que ha pasado repitiendo una de sus manías. «Días», respondió, con la franqueza de quien ha pasado por un infierno personal. «Porque piensa que yo había muchas manías que igual estaba seis horas, tenía que hacer algo y la dejaba, teniéndolo en mente esto, y después volvía». Este ciclo agotador de repetir compulsivamente ciertas acciones, una y otra vez, hasta que «se hiciera bien» según los estándares impuestos por su propio trastorno, llegó a consumir largas horas de su vida.

Uno de los ejemplos más impactantes que Aymar compartió en la entrevista refleja la intensidad de su lucha diaria. «O sea para que te hagas una idea, yo tenía una novia que vivía en el pueblo de al lado vale. Yo iba a verla con la bici, que fue una gran vía de escape, le di mucho tiempo y tal y por ejemplo si iba de un pueblo a otro y pensaba, en el momento de cambiar de pueblo, en algo malo, tenía que volver al pueblo y volver» a empezar, manifestó. «Entonces igual para ir a ver a una expareja mía o una novieta que tenía con 16 años, tardaba cuatro horas por haberla visto veinte minutos o darle un beso». Este tipo de situaciones, donde una tarea aparentemente sencilla se convierte en una odisea de repetición y angustia, son comunes para quienes padecen TOC.

La determinación de Jaume de cumplir con sus obsesiones, a pesar del agotamiento físico, es un claro reflejo del poder del TOC sobre la mente humana. «Cuando tú ya has ido y vuelto del pueblo y has estado seis horas encima de la bici pedaleando solo para hacer la manía y no te ha salido bien, el día siguiente lo vuelves a hacer». Aymar describe cómo la necesidad de completar una manía, sin importar el cansancio o el dolor, prevalecía sobre cualquier otra cosa: «El tema es que es muy fuerte porque cuando nosotros tenemos, o sea yo podía pedalear seis horas y otra persona no lo habría aguantado, pero es más fuerte la mente y el hacer la manía que el cansancio de pedalear, solo quiero terminar la manía». «Yo supongo que a ti también te habrá pasado, de que te has quedado encajado con alguna manía de pasar y es un decir, si te tuvieras que dar fuerte repetirías las veces, da igual aunque te rompas esto, lo continuarías repitiendo hasta que salga bien la manía, y va por encima del umbral del dolor, es muy fuerte, la mente va por encima de todo, absolutamente todo, es muy fuerte», agregó.

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Finalmente, Aymar reflexionó sobre cómo esta experiencia, aunque devastadora, lo ha transformado. «Cuando tú aprendes a gestionar esto... eres una mente diferencial de todo el resto», manifestó, reflejando como la lucha contra el TOC es, en muchos sentidos, una batalla contra uno mismo, pero que aquellos que logran encontrar un equilibrio pueden emerger con una fortaleza superior a la media.