Una española que vive en Noruega explica cuánto dinero gana trabajando como camarera en este país: «Si hago más horas extra...»

Otros apuestan por el 'delivery' o la restauración, puesto que ambos sectores permiten flexibilidad y hacer horas extra. En esto último trabaja precisamente Dua, una joven de origen marroquí que ha vivido toda la vida en España hasta que hace poco más de dos años se mudó a Noruega. Actualmente vive en Tromsø, donde trabaja como camarera y cuenta su día a día, por ejemplo haciendo el ramadán.

Uno de sus posts más virales de su cuenta de TikTok @m0ralaexploradora y que a día de hoy sigue ganando muchos 'likes' es el que hizo hace un tiempo para comparar cómo era trabajar de camarera en Noruega versus España, donde también había estado en bares y restaurantes. Las distintas condiciones laborales y salariales sorprenden y mucho.

Dua empieza recordando que «en Málaga ganaba 7 euros la hora, si mal no recuerdo, y aquí gano 20 euros la hora». Por otro lado, expone que en España trabajaba 40 horas semanales frente a las 37 que tiene actualmente, «aunque yo intento trabajar más y rascar horas extra» porque quiere ahorrar mucho para poder viajar más, su gran pasión. «En Noruega dan más prioridad a tu vida que al trabajo, entonces siempre intentan que no trabajes más de lo que deberías», insiste ella.

Dua también desvela «lo importante», que es cuánto cobra al mes. «En España cobraba 1.200 euros al mes más propinas», rememora ella, antes de desvelar su sueldo actual: «aquí depende del mes obviamente pero normalmente cobro entre 2.500 y 3.500 depende de si hago más horas extra». Ella añade que tiene compañeros que han llegado a ganar los 4.000 o incluso 5.000 euros mensuales, aunque eso es porque tienen más experiencia.

La joven habla de horarios y cuenta que donde trabaja «la cocina cierra a las 21.30 y el restaurante cierra a las 22 horas» pero si el cliente se queda más tiempo pueden llegar a cerrar a las 23 o incluso a medianoche. «En España cerraba a las 2 de la madrugada», rememora, antes de contraponerlo con la realidad de Tromsø, donde los locales van a dormir pronto.

En cuanto a sus clientes, Dua resalta que «son mucho más pacientes» y por ello «son mucho más fáciles de llevar». Ella no quiere ofender a nadie y puntualiza que es algo «cultural» pero que en España «siempre intentaba correr más porque por norma general son mucho más impacientes y quieren todo ya». Además, añade que en las mesas «hay más silencio» y es más fácil tomar la comanda, eso sí, excepto cuando hay noches polares, ya que entonces «beben mucho más y están más irritables». En esos días también los compañeros de trabajo también están más deprimidos e irascibles «y tienes que saber cómo gestionarlos».

La joven también explica que en los bares de Málaga en los que había trabajado la comida también estaba incluida pero que en Noruego no es así en la mayoría de lugares y se tiene que pagar poco pero algo. Allí, remarca, se cree que los camareros tienen que pagar su comida porque ya tienen un «salario digno». En cuanto a vestuarios, confirma que en España tuvo uniforme en los dos locales en los que estuve y que en Tromsø el personal de sala únicamente se pone un delantal corporativo pero se intenta que el trabajador vista parecido al cliente por mostrar condiciones de igualdad.

En la recta final, Dua remarca que en Noruega «no te pueden despedir así como así. Necesitan tres amonestaciones y tienen que ser muy muy graves» y que, por lo tanto, «es muy difícil a no ser que la líes muy muy parda». Los horarios, además, son distintos. La joven deja para otro vídeo hablar en concreto de la bebida y los noruegos porque cree que da para mucho y acaba puntualizando que tanto en fines de semana como en noches, cuando por ejemplo se alarga la jornada hasta las 00 horas, se cobra más. «Por eso me encanta trabajar en fines de semana», sentencia ella.