Amor en los Juegos Olímpicos: la emotiva petición matrimonio entre dos deportistas en París

Días antes, de hecho, ya han ido saliendo momentos para la historia, como los vídeos de los atletas mostrando desde su TikTok como son sus habitaciones y camas o la sonada polémica durante el Argentina-Marruecos. El partido, ya de la competición, se celebró días antes del estreno (como es habitual para conseguir encajar en la parrilla deportiva todas las partidas) y estuvo rodeado de controversia (por la alucinante decisión del VAR, petardos y acusaciones de robo) que seguro que será difícil de olvidar.

Tampoco será imborrable de la memoria para muchos, y especialmente para sus dos protagonistas, el momento de distensión en el que un atleta aprovechó para pedirle el matrimonio a una compañera del equipo nacional. Esta historia, que ratifica que París sigue siendo una de las grandes ciudades del amor, está revolucionando las redes.

La historia sucedió entre las filas de la delegación argentina. Parte del equipo estaba dando una vuelta por las calles de la capital francesa y cuando pasaron por uno de los múltiples puentes que cruzan el Sena y los compañeros se iban a sacar una foto con al Torre Eiffel a lo lejos, Pablo Simonet aprovechó para hincar la rodilla. En las imágenes que se han viralizado la persona que graba el momento cuenta antes de que la magia se produzca: «uno, dos, tres...».

Como era previsible viendo este paso, él, que es jugador de balonmano, se sacó una caja de joyería de su bolsillo. Su pareja, Pili Campoy, está en el equipo femenino de hockey sobre hierba y quedó en shock. Tras unos momentos de sorpresa, vergüenza y mucha alegría entre todos los compañeros (algunos de los cuales gritan "no, no" y otros chillan directamente ante tal emoción) ambos se abrazaron y ella tuvo clara la respuesta.

Su 'sí' fue celebrado por el resto de delegación como el mejor de los triunfos y se vieron lágrimas de emoción. «La mujer de mi vida me dio el sí. En el lugar soñado, donde surgió todo y donde tanto luchamos por estar», explicó poco después él en sus redes sociales.

Al parecer Pilar y Pablo se habían conocido en París hace ocho años. «La felicidad es total», añadió él en su escrito, en el que agradecía a sus amigos y «cómplices por hacer esto especial y poder guardarnos esto para siempre». «París siempre es una buena idea», acababa él su mensaje. Seguro que para ambos esto fue mejor que subir a lo más alto del podio.