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La mujer que devolvió a su marido a prisión dos horas después de que saliese

El hombre logra fugarse con una triquiñuela, pero su esposa rechaza convertirse en cómplice

Bitácoras

Imagina que estás en la cárcel y que, lejos de aceptar con resignación el tiempo que dura tu castigo, deseas aprovechar cualquier oportunidad de fugarte. La ocasión se presenta y logras huir de tu encierro. Muchos esperarían la colaboración de su familia y seres queridos para mantenerse ocultos, pero las cosas no funcionaron de ese modo para James Rynerson . Este presidiario consiguió escapar de una prisión en Colorado... pero fue nuevamente puesto entre rejas por su propia esposa.

El blog Insider nos cuenta la extraña aventura vivida por este hombre de 38 años. Según parece, la rocambolesca historia comenzó cuando los dirigentes del centro penitenciario trasladaron temporalmente a otro preso, Marvin March, a la celda de Rynerson. Permanecieron juntos mientras la celda de March era reformada y, una vez finalizados los trabajos, éste volvió a su residencia anterior. El problema es que este último cambio no fue debidamente anotado en el registro oficial .

Sucede que Marvin March estaba a la espera de ser puesto en libertad. Acaso consciente de ello, su momentáneo compañero aprovechó la ocasión para adueñarse de sus documentos. La estratagema no pudo darle mejor resultado: cuando los funcionarios acudieron a su celda preguntando por March, mostró los papeles y fue puesto en libertad. Nadie contrastó el nombre que aparecía allí con los datos de su pulsera de identificación. Abandonó la prisión por la puerta principal y sin que nadie se lo impidiese .

Eufórico ante semejante chaparrón de fortuna, James Rynerson se dirigió directamente a su casa, dispuesto a disfrutar con su esposa de su inesperado escape. Pero en su hogar no encontró la cómplice que buscaba, sino todo lo contrario . Sin dudarlo un solo segundo, la mujer obligó a Rynerson a entrar en su coche para devolverlo lo antes posible a la cárcel. Apenas un par de horas después de ver la luz del sol, el criminal volvió a verse enchironado.

Todo un alivio para los agentes responsables de la negligencia, que para entonces ya se habían dado cuenta de su serie de catastróficos errores. Para advertir que algo fallaba necesitaron que Marvin March protestase por el retraso en su liberación. La peor parte, sin embargo, se la llevará Rynerson, que recibirá un castigo ejemplar. Se le acusa de robo de documentos, falsificación, suplantación criminal y fuga. Lo normal es que sus dos horas de libertad le cuesten algún que otro año más en el encierro.

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