El Madrid golea al Almería y vuelve a soñar con la Liga

La ocasión de reengancharse a la Liga la pintaban calva: un triunfo ante el Almería ponía a los blancos un punto por encima del Barça y empatados en lo alto de tabla con el Atlético , a la espera del complicado duelo de los colchoneros ante el Getafe de este domingo. Era imperdonable que el Madrid no se subiera a ese tren. Y lo hizo. Con más sufrimiento del previsto. Pero se subió. Y es que a pesar del 4-0 final, los blancos tuvieron que ponerse el mono de trabajo antes que un digno Almería hincase la rodilla.

Lo hizo al comenzar la segunda mitad, pero en los primeros cuarenta y cinco minutos dio la cara como pocos esta temporada en el Bernabéu. Sostenido por un gran Esteban y bien asentado en el campo, solo un golazo de Di María a la media hora de partido derrumbó el buen planteamiento de los de Francisco. El argentino, marcado por el penalti fallado en Dortmund, e Illarramendi, señalado por su grave fallo en el segundo gol en el Signal Iduna Park, lideraron a los blancos en este primer acto. El «fideo», tras la gastroenteritis y su mal encuentro en Champions, volvió a ser ese corredor de fondo incansable que destroza las defensas rivales con sus cintas, eslaloms, asistencias, rabonas y disparos. Su tanto fue el justo premio a un gran partido. El de Mutriku demostró personalidad y clase para enterrar la pesadilla de Dortmund y hacer borrón y cuenta nueva.

Tras el descanso, y con la final de Copa llamando a la puerta, el Madrid le puso una marcha más su juego y dejó el choque sentenciado en apenas diez minutos. Un gol de Bale y otro de Isco fulminaban cualquier esperanza del Almería de sacar algo positivo del Bernabéu. La diferencia entre un grande y un pequeño no es solo de calidad y cantidad, también de físico. Y los andaluces acusaron en la segunda mitad el tremendo desgaste del primer acto.

Benzema volvió a ser pitado tras fallar claras ocasionesCon el 3-0, el cansancio de Champions, la plaga de bajas que asola a los blancos y la final de Copa como próximo reto, Ancelotti cortó por lo sano: Di María, Bale y Coentrao, a la ducha. En cambio, Benzema jugó los noventa minutos. El galo merece un capítulo aparte. Volvió a dar una lección de clase y de juego asociativo. Pero al nueve del Real Madrid se le debe de juzgar, sobre todo, por sus goles. Ante el Almería falló, de nuevo, claras ocasiones. Impropias de la élite. Y lo que está por venir exige a un delantero centro que las que tenga las enchufe. Una final de Copa y unas semifinales de Champions se ganan (y se pierden) en esas ocasiones. Que se lo pregunten a Ozil en esos mismos partidos ante Atlético y Borussia de la pasada temporada.

Hablando de nueves, el otro del Madrid: ÁlvaroMorata, sigue a lo suyo. Lo poco que juega lo aprovecha como nadie. Ayer tuvo veinte minutos y volvió a ver puerta, poniendo el 4-0 definitivo. Suma 270 minutos en Liga y ha marcado seis goles. Uno cada 45 minutos. Es el delantero más efectivo del campeonato. Un campeonato que ya tiene un héroe inesperado para el madridismo: Brahimi. Este domingo, en el Coliseum, se busca a otro. Por pedir, que no quede.