real madrid | pretemporada
Ancelotti desactiva al PSG
El esquema 4-3-2-1 de presión, robo y contragolpe planificado por el técnico empieza a funcionar. Golazo de Benzema. Partidazo de Khedira y Di María
tomás gonzález-martín
El «árbol» comienza a dar sus frutos. Ancelotti planificó frente a su antiguo equipo un 4-3-2-1 con Khedira como pivote puro, Modric como creador por la diestra e Isco como constructor por la izquierda, y el Real Madrid dominó al PSG ... con una estrategia de presión en la que Pepe, enorme, se convirtió en su líder con su ascenso desde la defensa al centro del campo. [Narración: así hemos contado el partido]
El éxito del cambio táctico radicó en la ayuda en el trabajo destructivo de Isco y Modric. Hace cuatro días, contra el Lyon, dejaron solo a Illarramendi en esa labor oscura. Esta vez, en Goteborg, era Isco el primer responsable de acosar al enemigo que tuviera el balón y de hacerle falta si era menester. Así lo hizo. Hasta Cristiano bajó a robar la pelota. Con independencia del resultado, el Madrid jugó mejor, más aguerrido. Y demostró que no ha olvidado su poderoso contragolpe. El gol de Benzema fue producto de una contra fabricada por Diego López , que detuvo un balón por alto, se lo dio a Pepe. El portugués enlazó con Ozil, que conectó con Karim para que el francés cruzara un disparo colocado, letal. Este Madrid podía ganar o perder, pero ya tenía el balón y aplicaba bien la táctica de Carlo. Solo lleva una semana de trabajo y su mano se nota.
El italiano ensaya esquemas y en los tres partidos disputados ha quedado claro que el conjunto blanco (vistió de azul) funciona mejor con dos pivotes, en un sistema 4-2-3-1, o con ese árbol (4-3-2-1) que cubre mejor el centro del campo. Ante el Lyon planteó un 4-1-4-1, con Illara como único cortador de césped, y el Madrid hizo agua hasta que salió Casemiro y bajaron a trabajar los otros mediocampistas. En Gotemburgo, 44.000 aficionados vieron a «un Real», como le denominan en Suecia, mucho más sólido, fuerte, seguro.
Ancelotti dio entrada después al magnífico Casemiro y a Di María, con el mismo sistema bien engarzado. Los futbolistas tenían que acoplarse a su idea. Comienzan a entenderla.
Casemiro-Khedira, el muro
Casemiro jugó al lado de Khedira y el once de Ancelotti demostró más potencia todavía. El «pressing» de robo y contragolpe era espectacular con ellos dos y el inconmensurable Pepe como tercera vía. El Madrid se sintió a gusto esperando a su adversario y robándole la cartera una y otra vez. En una de estas jugadas Cristiano dio tarde un pase de la muerte y el segundo tanto se desinfló por un segundo. Su respuesta fue un cabezazo sensacional que Sirigu se encontró bajo palos. Di María también lanzó un disparo que rozó un poste. El Real Madrid realizaba su mejor partido de la pretemporada con trece meros días de entrenamientos.
El PSG de Ibrahimovic se veía desbordado ante el despliegue físico y táctico de su rival. El publicó se lo pasó bien con la energía del cuadro español. Coentrao, Carvajal, todos sus jugadores cortaban los balones e iniciaban unos ataques furibundos que trajeron en jaque al equipo parisino.
Enrabietados, los hombres de Laurent Blanc buscaron el gol del empate con tiros desde lejos. Lavezzi, que había fallado uno cantado en el primer tiempo, envió un trallazo desde treinta metros que puso a prueba a Diego López. Nada. No había solución. Blanc decidió contar con Verratti, Thiago Silva y Ongenda . El duelo se equilibró. Si los pupilos de Carlo eran muy peligrosos, los de Laurent pasaron a dominar territorialmente.
Kaká reaparece, CR en punta
La mejoría del PSG provocó un cambio importante en el Madrid. «Carletto» sentó a Benzema, que participaba de forma muy aislada, y sacó a Kaká para tener el balón. Esa variación significó que Cristiano ejerciera como delantero en punta, una posición táctica que el italiano piensa que deberá ocupar en muchas ocasiones para dejar sitio a otro centrocampista.
La reacción del equipo se antojó inmediata. Ozil tuvo la oportunidad de anotar la segunda diana, pero su disparo se marchó fuera por pocos centímetros. Los hombres de Ancelotti estaban muy bien colocados en el césped del estadio Ullevi. Todos los rebotes eran suyos.
Ángel di María destacó especialmente en el partido. Su velocidad y su ritmo hicieron estragos en el enemigo. Puso la sexta marcha al contraataque madridista. El técnico cuenta con él. Solo se marchará si la llegada de Bale exige el traspaso del argentino al Tottenham.
El triunfo del Madrid convenció. Se mostró un grupo sólido, potente, seguro. Así son los equipos de Ancelotti.
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