Una soltera de 'First Dates' hace hasta tres cobras en una misma cita: «Él ha querido ir más allá y no era el lugar ni el momento»

Todo ha transcurrido con normalidad y se ha evidenciado la química entre ambos. Han conectado al ser de la misma ciudad y también ha gustado a Laura la caballerosidad que él ha estado demostrando, diciéndole piropos y comentándole de sus hobbies. Es así que ha llegado el momento de ir al reservado, a la sala privada, y es que se ha descontrolado un poco la cosa, al menos por parte de Jorge.

Él había estado interpretando la señales de Laura que le decían que le gustaba así que, estando ya en el cara a cara, en el sofá, no lo ha dudado: se ha lanzado directo. Laura le ha hecho la cobra, dejándole las mejillas para ese beso que iba directo a sus labios. Esta ha sido la primera de las hasta tres cobras que la sevillana le ha regalado al soltero hispalense. Al respecto, ella se ha manifestado con los redactores del programa y ha sido muy educada: «No me ha parecido una persona invasiva pero no me ha parecido ni el lugar ni el momento. Simplemente él ha querido ir más allá y eso, no era ni el lugar ni el momento».

Tras esto, ha empezado a sonar una canción de amor de Rocío Dúrcal y él ha querido sacar a Laura a bailar. Si bien «no es lo suyo», ha comentado la joven entre bambalinas, se les ha visto sonrientes y divertidos, hasta que, de nuevo, a él se le ha ido el tema de las manos. Ahora ha sido justamente con eso, con una de las manos que se le ha ido para su cuerpo. La sevillana ha reaccionado sin mayor problema y ha explicado a las cámaras sus sensaciones: «Pienso que ha sido un fallo de cálculo por su parte así que yo, educadamente, le he subido el codo para que sepa que por ahí no, cariño. Y hoy paz y después gloria».

La interpretación de él ha sido similar, en el mismo tono de humor que el de ella en relación a esta segunda cobra de la cita: «La mano se ha ido a su sitio… y ella me la ha subido». Y así lo decía entre risas. Y tras esta, la tercera, para redondear el momento, de nuevo, directo a la boca. Ella, otra vez esquivando a Jorge, que se lo ha tomado con deportividad.

Finalmente ha llegado la hora de tomar la decisión: «¿Habrá o no segunda cita?». Podrían haberse despertado ciertas dudas tras lo sucedido en la sala privada pero rápidamente las han despejado ambos. Se han mostrado felices y lo han visto claro: sí, quieren seguir conociéndose.

Jorge ha vuelto a tomar la delantera: «Vamos por ahí que la noche madrileña nos espera». Ella lo ha mirado entre risas, se han cogido de la mano y han salido. Un encuentro redondo pese a las prisas de él por acercarse más a la joven.