«¡Me pongo…!»: una soltera de 'First Dates' acaba perdiendo los nervios por la forma de ser de su cita

Irene es de Sabadell (Barcelona), trabaja de auxiliar administrativa y se define como «una cateta en Beverly Hills», porque le da mucho miedo lo desconocido. Sin embargo, las ganas de acabar con una muy mala racha de fracasos amorosos pesaron más, así que también se aventuró a tener una cita a ciegas en el restaurante del amor de Cuatro.

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María Robert

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La primera impresión entre los solteros fue relativamente buena. A él le pareció una chica muy atractiva. A ella, por su parte, le llamaron la atención las mechas de Xabi, pues según su criterio necesitaban un pequeño retoque…. Pero por lo demás, todo bien. Hasta que el soltero le contó que nunca había tenido pareja, algo que a Irene le resultó un poco sospechoso y empezó a divagar. «Será algo rarillo ¿En qué aspectos? Pues no lo se. A lo mejor le huelen los pies o es algo que en la intimidad molesta».

Irene empezó a sospechar de Xabi, y ya no paró. El colmo fue enterarse de que además su cita vivía con sus padres. El soltero le explicó que Barcelona está muy caro y que no ve lo de compartir piso, pero su cita se estaba poniendo cada vez más nerviosa. «¡Muchacho, que te veo parado y me pongo…! Y mira que en verdad soy tranquila, pero cuando me da el arrebato… No le veo con mucha sangre», se desahogó al ser entrevistada por el equipo de 'First Dates'.

Ajeno a lo que Irene pensaba de él, a Xabi le entraron más ganas de seguir conociéndola cuando hablaron sobre su faceta friki por el cine y las series, algo que tenían en común. Salvo por el pequeño detalle de que a él no le van mucho los libros. Para Irene, siguió bajando puntos, porque para ella, «si no te gusta leer, mal vamos». Y es que la soltera ha viajado más con la imaginación sumergiéndose entre las páginas de un libro que en la vida real.

Su conclusión de la cita es que Xabi «es un chico 10, pero para mí no. Él tendrá demasiados viajes y yo demasiada calle».