First Dates
«Estoy enamorada de ti»: una soltera pone en un aprieto a Carlos Sobera al lanzarse a declararle su amor
Isabel lleva años prendada del presentador, pero Pepe, su cita, ha conseguido que se olvide de él
María Robert
A Isabel (71) la esperaba en el restaurante de ‘First Dates’ una cita a ciegas para encontrar el amor. Al final de la noche esta ama de casa de Gerona se ha ido más contenta que unas castañuelas tras pasárselo estupendamente ... con Pepe (69), pero si de ella hubiera dependido su compañero de velada hubiera sido otro. Apenas entró por la puerta se lanzó a los brazos de Carlos Sobera , de quien, según confesó nada más llegar, lleva muchos años enamorada. «Sobera es muy guapo. Con él me iba con los ojos cerrados», reconoció.
Algo cohibido, el presentador alabó a la señora. «Eres más maja que las pesetas». Entusiasmada, ella le pidió a Matías que les sacara una foto, y a su vez el barman le dio alas pidiéndole a Sobera que cenaran juntos. En ese momento el de Baracaldo tuvo que recordarles a los dos que una pareja maravillosa esperaba a I sabel esperando por conocerla.
En un total a cámara, la soltera afirmó que a ella no le faltan pretendientes. «Ahora me ha salido un francés guapísimo. Se ha comprado una casa en Francia para que me vaya a vivir con él y yo le he dicho que no». Con desparpajo, contó también que a ella le gustan los hombres que sean caballerosos, guapos y elegantes. Entre cánticos de « Pepe, Pepe, Pepe », recibió a su cita.
Dos disfrutones
Ya sentados en la mesa, conversaron entre medio de mucho cachondeo de viajes, de amor y de la vida en general. Él descubierto a una mujer ‘muy guay’, disfrutona, y le ha gustado saber que eran muy parecidos en ese sentido. Las buenas impresiones fueron mutuas; tal es así que en el reservado, Isabel le ha dado cinco piquitos cuando jugaron a las bolas del amor.
El de estos dos comensales ha sido un claro ejemplo del dicho de ‘al amor por el humor’ Al acabar una velada en la que se han partido de risa juntos, ella lo tuvo claro: Pepe no debía tener celos de Carlos Sobera , pues le había encantado y estaba deseosa que fuese a su tierra para invitarlo a una mariscada.
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