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ABC Cultural

La ventana indiscreta

Payasos tristes y renos malos

Ser amable está sobrevalorado porque el mundo funciona un poco al revés. La risa no cura, pero la gasolina son las lágrimas

El evangelio según Brian Cox

Lucía Cabanelas

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Iba yo distraída una vez por la calle Preciados y un olivo me rozó la cara. La naturaleza rara vez increpa así que me giré, a ver qué pasaba. Suspiré pero solo un poco porque era una mujer, aunque bien grande. Quería bendecirme a cambio ... de pasta, pero me sentí tan acorralada como si en vez de una rama llevara una pistola. Me negué a dar mi dinero solo porque no me sobra, pero terminé comprándole todos los medicamentos que necesitaban sus hijos, que debían ser legión a juzgar por el fajo de recetas que sacaba del bolsillo. Como el Inspector Gadget pero en bata. Desde ahí, tras un tiempo prudente sin atravesar esa zona, voy como los jabalíes, hacia adelante, mirando hacia los lados solo por si a alguien le da por echarme mal de ojo o, peor, aprovecharse de esta pobre incauta.

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