Yo, yo mismo y los míos

Había un par de señoras negras y trumpistas en Instagram llamadas Diamond & Silk. Una hablaba más que otra. La que hablaba menos, casi nada, como la que no hablaba de las del baptisterio romano, solía decir «¡ajá!» ante las parrafadas de la otra. La habladora murió y ahora la otra, con una foto de la finada, lleva la voz cantante. Como Sánchez. Escrivá pudo decir cosas como «efectivamente». Fernandez Asís era el único que entre los pioneros de RTVE hacía entrevistas. Y aunque algunos le critiquen por entrevistas jabonosas, ponía a los ministros en aprietos. Aunque ellos ni se dieran cuenta.

Ya sabemos que no habrá entrevistas a la parte no socialista del Gobierno, es decir, a la parte hostil. Ni Montero la Chica ni Yolanda. Como ayer leíamos en la portada de ABC, «Sánchez convierte Ferraz en un plató, a los cargos del Gobierno y del partido en el público, y a él en presentador de un programa de autoentrevistas por el que hará desfilar a cinco miembros de su ejecutivo». No faltó en el contraplano del público selecto el aplauso focáceo de Montero la Grande. Una de las preguntas: «La política laboral que estamos haciendo tiene que estar vinculada a las pensiones. Los ingresos que vemos de la Seguridad Social tienen que ver con eso». «Absolutamente», dice Escrivá, Mariano Mariano sin muletas. Ojalá hubiera dicho «¡ajá!», como la señora viva de Diamond & Silk.

Si esto fuera para sustituir una campaña electoral normal, lo daría por bueno. Pero es que va a haber esto y la campaña electoral. Da igual ¿y lo que nos reímos?