Sala de máquinas
Sólo le queda el oprobio
Ahora se nos presenta como antes vimos a otros políticos acabados, del montón, excusándose en su decepción y tristeza personal
Pedro Sánchez se ha presentado como un líder acabado, o casi, ante el reflejo de la deshonra en la que ha despeñado su mandato. Resistirá, sí, para eso tiene socios que participan de esa deshonra o cuyo provecho surge de ir contra el interés general ... de los españoles. Pero este último Sánchez, fingidor y compungido, nos sirve la cabeza cortada de Santos Cerdán como coartada, incapaz de sorprendernos con nuevos trucos y juegos malabares. La audacia sanchista ha desaparecido. Ahora se nos anuncia como antes vimos a otros dirigentes acabados, del montón, excusándose en su decepción y tristeza personal. La nada en términos políticos. Todos los colegas que le auparon al poder han terminado cercados por la corrupción, al igual que su hermano y su esposa. El informe de la UCO que intentó deslegitimar descubre otra vertiente siniestra que lo retrata: los mensajes sobre un pucherazo en las primarias que le convirtieron en líder del PSOE. O sea, además un tramposo desde el primer minuto.
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