#Pasarela

La nueva pasarela peatonal y ciclista que une el Aljarafe con Tablada está precintada y concluida desde hace meses, a expensas de unos ligeros remates. Entretanto, los ciclistas —yo desistí por puro terror— se han visto obligados a transitar por la curva asesina de la SE-30, donde la verdadera sorpresa es que milagrosamente aún no haya muerto nadie. Así llevan haciéndolo desde hace años, ante la actitud indolente de las Administraciones.

Pero todos tranquilos. Se acerca el Día de Andalucía y aventuro una gran verbena bicicletera para celebrar la inauguración. Poco importará que la infraestructura haya acumulado un retraso de años, poniendo en todo ese tiempo en riesgo la vida de muchos ciclistas. Dará igual que, por deficientes gestiones como ésta, Sevilla haya caído del puesto cuarto del mundo en ciudades de referencia en materia ciclista hasta el raquítico decimocuarto puesto en tan sólo dos años. Porque lo relevante de verdad es que veamos al consejero del ramo montando en bici, probablemente junto al alcalde, los dos saludando felices a cámara mientras inauguran la pasarela, como si la pasarela fuera Cibeles, sólo que en lugar de vestir de Versace o de Galliano irán disfrazados de sostenibilidad, movilidad, Smart city y demás quincallería de la política urbana moderna.

Hasta entonces, sólo deseo de veras que no ocurra nada. Hay fotos que pueden alcanzar un precio demasiado caro.